El presidente Vladímir Putin no tiene previsto asistir al funeral por Yevgeny Prigozhin, dijo el Kremlin tras los reportes que apuntaban que el jefe mercenario que desafió la autoridad del mandatario ruso sería enterrado este martes.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, no dijo dónde ni cuándo se enterrará el jefe de la empresa militar privada Grupo Wagner, y agregó que no realizaría comentarios sobre una ceremonia familiar privada.
El medio Fontanka de San Petersburgo, entre otros, reportó que Prigozhin, de 62 años, podría recibir sepultura en el cementerio Serafimovskoye de la ciudad, que se ha empleado para entierros militares de alto perfil.
Un fuerte cordón policial rodeaba el lugar, donde descansan también los padres de Putin, pero no se celebró ningún servicio y los agentes se marcharon de la zona.
Misterio por el funeral de Prigozhin
Más tarde en el día, en el Cementerio Norte de San Petersburgo, se celebró el funeral por el jefe de logística de Wagner, Valery Chekalov, quien falleció en el accidente aéreo del 23 de agosto junto a Prigozin, según Fontanka.
El secretismo y la confusión que rodean al entierro de Prigozhin y de sus principales lugartenientes reflejan el dilema que enfrenta el Kremlin y la creciente especulación sobre la posibilidad de que el accidente fuese una venganza por su motín.
Aunque ha tratado de evitar cualquier ceremonia pomposa por el hombre a quien Putin calificó de traidor por su rebelión, el Kremlin no puede permitirse denigrar a Prigozhin, quien recibió la mayor condecoración de Rusia por liderar a las fuerzas de Wagner en Ucrania y era idolatrado por muchos de los halcones del país.
La principal agencia de investigación del país, el Comité Investigador, confirmó oficialmente el deceso de Prigozhin el domingo.
El Comité no dijo qué provocó la caída del avión privado del empresario pocos minutos después de despegar desde Moscú rumbo a San Petersburgo.
Justo antes del accidente, Prigozhin había viajado a África, donde trataba de expandir la actividad del Grupo Wagner.
Un análisis preliminar de los servicios de inteligencia de Estados Unidos concluyó que el avión fue derribado por una explosión intencionada, y los funcionarios occidentales apuntaron a la larga lista de enemigos de Putin que han sido asesinados.
El Kremlin rechazó las acusaciones occidentales de que el presidente estaba detrás del incidente, calificándolas de “absoluta mentira”.
El accidente se produjo exactamente dos meses después de la revuelta iniciada por Prigozhin contra el liderazgo militar ruso.
El líder mercenario ordenó a sus efectivos que tomasen el cuartel general del ejército en Rostov del Don, una ciudad del sur de Rusia, e iniciaron una marcha hacia Moscú.
Durante el breve motín, derribaron varios aviones militares y se cobraron la vida de más de una docena de pilotos rusos.
El Financiero