Gilda Margarita Austin y Solís, mamá del exdirector de Pemex Emilio Lozoya, padece estrés postraumático, ansiedad, depresión nivel moderado, anorexia, insomnio, tristeza, ideas de muerte, autoestima baja, dolor de cuerpo, hipertiroidismo, antecedentes de hipertensión, entre otras enfermedades.
Por ello, sus abogados solicitaron al juez de Control del Reclusorio Norte, Genaro Gerardo Alarcón López, que le modifique el arresto domiciliario por la libertad provisional, debido a que lleva casi tres años presa en su casa de la alcaldía Tlalpan.
En audiencia de revisión de medida cautelar celebrada ayer, Alejandro Rojas Pruneda, uno de los abogados de Austin y Solís, acusada de lavado de dinero y asociación delictuosa en el caso Odebrecht, expuso que a más de tres de años de que se le impusiera a su clienta el arresto domiciliario, las condiciones para continuar con la medida han variado para su modificación.
Lo anterior, porque, dijo, el riesgo de evadirse de la justicia es bajo y ha cumplido “cabalmente” el resguardo domiciliario que se le dictó en noviembre de 2019.
Incluso Rojas Pruneda aseguró ante el juez que la señora Gilda Margarita Austin y Solís no tiene los medios para sustraerse de la justicia, porque no cuenta con “domicilios adicionales ni tampoco en el extranjero”, recibe una pensión mensual de 20 mil pesos y posee una cuenta bancaria de 88 mil pesos.
Sin embargo, el litigante aseguró que Gilda Margarita Austin y Solís, quien estuvo por videoconferencia, ha presentado problemas de salud, por los cuales tuvo que acudir a hospitales y citas médicas con el cardiólogo, odontólogo y gastroenterólogo y para atenderse de hipertensión arterial.
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