En el marco de la cuarta transformación, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) transparentará, por primera vez, los mecanismos para la fijación de esas percepciones de los trabajadores, mismas que pese un periodo de desaceleración económica, es posible que hacia el 2024 lleguen a entre los 300 y 360 pesos y un poco más o a la línea de bienestar que marca la Constitución, aseguró Andrés Peñaloza Méndez, presidente de ese organismo.
Entrevistado al concluir la ceremonia conmemorativa del 45 Aniversario del Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot) aseguró que:
Claro que es factible, aun en un escenario, que nadie desea de lento crecimiento, es posible que se llegue a los niveles que se tuvo en 1976 o como, ceñirnos al mandato constitucional, a los niveles de la línea de bienestar familiar”.
Comentó que como estrategia de la Conasami, en el marco de la cuarta transformación y “haciendo participes a las trabajadoras, trabajadores, organizaciones de la sociedad civil, especialistas en el mecanismo de fijación de salarios mínimos, tanto generales como profesionales. Yo diría, es la primera vez, que se transparenta y se establecen los criterios o lineamiento metodológicos en la definición de los salarios mínimos”.
Dijo que lo anterior, significa democratizar la política salarial y que los diferentes sectores han comenzado a plantear diferentes escenarios posibles, en cuanto a los posibles incrementos, desde hoy y hasta el 2024, de cómo debe evolucionar el salario mínimo y los referentes de las líneas de bienestar que ha establecido Coneval.
En tal sentido, recordó que en el 2018 se llegó a los 102.68 pesos a la línea de bienestar individual, que se discutirán las diferentes estimaciones y que incluso en la Conasami se tiene “cuatro senderos posibles” que se plantearos en la conformación del Plan Nacional de Desarrollo, de las mismas formas que los planteados por los organismo empresariales y otros que van a depender del comportamiento de la economía.
Estamos convencidos de que pasando este periodo de recesión… perdón, de deceleración económica a nivel global y que está impactando a México, es muy posible que sí arribemos a tasas de crecimiento de orden del 4 por ciento; lo cual va a permitir que podemos llegar, incluso, a niveles a los que se tuvo en 1976 que es el año cresta en el que el salario mínimo tuvo su máximo en términos de poder adquisitivo.
Esto, a precios actuales, es del orden de 360 pesos; pero sí hay un abanico posible, cercano a 300 pesos, 360 y es posible un poquito más”, dijo.
Consultado respecto de las expectativas de crecimiento negativo que han advertido organismos internacionales y que advierten crecimiento de entre 1 y 2 por ciento y de las posibilidades de aumentos salariales dijo:
Por supuesto y además es aconsejable que en periodos de desaceleración económica, la política salarial activa, amortigua impactos negativos en el bienestar de las familias y es un elemento, también, de estímulo a la reactivación económica vía consumo”.
De esta forma, reconoció que aún con un periodo de bajo crecimiento económico será posible que hacia el 2024 se alcancen las expectativas salariales en niveles similares a los de 1976 en cuanto a bienestar.
Dijo que es necesario examinar el tema en la calidad de sus componentes, ya que se han registrado épocas de gran crecimiento económico, pero con una gran desigualdad social, ya que “la pérdida, por ejemplo, de la masa salarial respecto del PIB es impresionante; incluso en momentos que hubo cierta reactivación y en momento muy favorables para el desempeño económico”.
Comentó que, de la misma forma, se mantendrá el esquema tripartita para la definición de los mecanismos y parámetros de medición de los salarios mínimosdentro de la Conasami y que, incluso, a mediados de mayo se lanzará una convocatoria para renovar los cuadros dentro del Consejo de Representantes de la Conasami.
Con información de: Excélsior