El Radar por Jesús Aguilar
La creación de un nuevo municipio en México es un proceso que, si bien se promueve como una oportunidad para impulsar el desarrollo local y otorgar mayor autonomía a las comunidades, está lleno de retos administrativos, financieros y políticos. En San Luis este último motivo fue el que terminó impulsando al ayuntamiento 59, Villa de Pozos en San Luis Potosí, un territorio que durante años fue una delegación de la capital potosina y que, tras su independencia, enfrenta un panorama complicado.
La independencia municipal promete, en teoría, un modelo de gobierno más cercano y eficaz para atender las necesidades específicas de la población. Sin embargo, en la práctica, esta transición puede convertirse en un desafío monumental si no se cuenta con un plan sólido que abarque todos los aspectos necesarios para el funcionamiento autónomo del nuevo ayuntamiento.
En el caso de Villa de Pozos, la separación dejó al municipio con severas carencias en infraestructura, recursos financieros limitados y una deuda histórica de 52 millones 885 mil pesos, que el Ayuntamiento de San Luis Potosí busca transferir como parte del proceso de separación.
La concejal presidenta de Villa de Pozos, María Teresa de Jesús Rivera Acevedo, expresó su negativa a aceptar esta deuda, argumentando que el municipio carece de los recursos necesarios para enfrentar esta carga. Según Rivera Acevedo, la prioridad debe ser recuperar recursos y garantizar el desarrollo antes de asumir responsabilidades que calificó de injustas e inviables.
Por otro lado, el alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, afirmó que la deuda es un compromiso financiero adquirido cuando Villa de Pozos era aún una delegación, y que su transferencia está estipulada en el decreto que dio origen al nuevo municipio. Para Galindo, este paso es indispensable para que Pozos asuma su responsabilidad formal y pueda gestionar los convenios bancarios correspondientes.
Los conflictos financieros y administrativos suelen ser un reflejo de un problema estructural en la creación de nuevos ayuntamientos en México como sucede con Pozos:
1. Falta de Planeación Integral: Pozos nació en ceros, sin una base financiera sólida ni un diagnóstico claro de sus necesidades y capacidades. Los ocupantes de su concejo son navegantes de un viaje sin retorno a ninguna parte.
2. Carencias en la Entrega-Recepción: Las irregularidades en este proceso, como en el caso de Villa de Pozos, dificultan el arranque de las nuevas administraciones. Al no estar las cosas claras para nadie, es complicado soltar sin efectos colaterales, y asumir sin condiciones adecuadas.
3. Conflictos por el Legado de Deudas: Muchas veces, las deudas históricas de los territorios delegacionales se convierten en un obstáculo significativo para los ayuntamientos recién creados.
El resultado es una situación de incertidumbre para los ciudadanos. En lugar de obtener una administración local que mejore sus condiciones de vida, enfrentan servicios deficientes, infraestructura insuficiente y un entorno de inestabilidad política y económica.
La autonomía de Villa de Pozos es un ejemplo de cómo los ideales de independencia pueden verse opacados por la falta de planeación y coordinación. Para que la creación de nuevos municipios sea una herramienta de desarrollo y no una fuente de problemas, es indispensable replantear el enfoque con el que se abordan estos procesos en México. Solo así se podrá garantizar que la autonomía se traduzca en certidumbre y bienestar para sus habitantes.