El cambio repentino del color del río en Penza, Rusia, ha desatado preocupación entre los residentes locales debido a su inusual tono verde brillante, que ha llevado a temores de contaminación tóxica en el agua.
El fenómeno ha desconcertado a cientos de ciudadanos rusos, quienes expresan su inquietud ante la posibilidad de una posible contaminación. Aunque incidentes anteriores, como desbordamientos de aguas residuales en 2020, ya habían generado preocupación, el cambio de color vibrante observado ahora ha exacerbado las preocupaciones.
La presencia en la región de 17 plantas, algunas relacionadas con la industria nuclear y de defensa, ha alimentado especulaciones sobre el origen del cambio de color del río. La organización medioambiental Mash ha sugerido que podría ser resultado de un “accidente” vinculado a estas instalaciones.
Aunque el Frente Popular Panruso ha estado buscando a infractores de las regulaciones ambientales, aún no se ha determinado la causa exacta del cambio de color del río. Informes preliminares apuntan a la posibilidad de “dumping industrial”, pero se necesitan investigaciones adicionales para confirmar esta hipótesis.
Ante la falta de comentarios oficiales por parte de la administración de la ciudad, los residentes exigen una investigación exhaustiva para esclarecer el origen y los posibles riesgos asociados con este fenómeno inusual.
