Jaime Maussan, conocido estudioso del fenómeno ovni, ha intensificado sus esfuerzos para demostrar que las supuestas momias alienígenas encontradas en Perú en marzo pasado son auténticas. Para ello, ha buscado la colaboración de científicos de Estados Unidos y Europa, con el objetivo de confirmar la veracidad de los extraños especímenes que provocaron una enorme polémica tras su revelación.
Maussan está realizando análisis más profundos y ha decidido demandar al gobierno de Perú para obtener el derecho de enviar los cuerpos a laboratorios avanzados en Estados Unidos. “Se están realizando análisis más profundos y está demandando al gobierno de Perú por el derecho de enviar los cuerpos a laboratorios más avanzados en Estados Unidos”, confirmó Maussan al medio británico Daily Mail.
El periodista mexicano ha planteado la hipótesis de que las momias podrían ser “híbridos” extraterrestres-humanos, basada en revelaciones de sus colegas científicos que indicaron que los especímenes contienen “un 30 por ciento de ADN desconocido”. Este hallazgo llevó a Maussan a creer que podrían ser seres de otro mundo.
A pesar de la controversia generada por la presentación de las supuestas momias extraterrestres ante el Congreso de México el año pasado y los enfrentamientos con el Ministerio de Cultura de Perú, que incluso llegó a oídos de la NASA, Maussan no se ha desanimado. En abril pasado, durante una conferencia de prensa en Perú, Maussan se enfrentó a la policía cuando los oficiales intentaron confiscar uno de los cuerpos momificados en exhibición, apodado “Montserrat”.
Actualmente, Maussan busca enviar estos especímenes a investigadores universitarios y científicos en Estados Unidos para que realicen pruebas más exhaustivas e independientes. Uno de sus colaboradores, el Dr. Martín Achirica Ramos de la clínica SPES en la Ciudad de México, está trabajando en las momias “alienígenas” presentadas en el Congreso de México, con la esperanza de exhibirlas en un museo futuro.
Maussan y su equipo han insistido en que los exámenes realizados con tomografías computarizadas y otros equipos médicos confirman que los restos no son de esta Tierra, aunque los datos divulgados siguen siendo motivo de debate en la comunidad científica.