Este 15 de julio iniciaron los trabajos para la siembra de cempasúchil en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, a poco más de tres meses del Día de Muertos.
El primer paso, explicó Enrique Saldaña, productor del ejido El Zapote, consiste en crear el almácigo, con semillas que se dispersan en un cuadro de tierra, para que germinen. Después de un mes, se siembran las plántulas en los surcos, colocando de tres o cuatro plantas a una distancia de 30 a 40 centímetros una de otra.
Saldaña explicó que esta forma de sembrar se ha realizado por muchos años y es distinta a como se realiza en los invernaderos. Además, mencionó que el 1 de julio se sembró la “mano de león”, otra flor representativa de noviembre y que también es parte importante en las ofrendas a los difuntos.
Para este año, Saldaña estima cultivar alrededor de una hectárea de flor de cempasúchil y menos de un cuarto de hectárea de “mano de león”. Señaló que de la segunda flor se siembra menos debido al trabajo que requiere, ya que, “a diferencia de la flor de cempasúchil, suele salir más hierba que tiene que irse retirando conforme va creciendo”.
Con estos preparativos, los productores locales se alistan para ofrecer las flores tradicionales que adornan las ofrendas y altares durante las celebraciones del Día de Muertos, manteniendo viva una de las tradiciones más emblemáticas de México.