La espera parecía interminable, pero ahora más que nunca Carlos Philip Arthur George Windsor, Príncipe de Gales está más cerca de convertirse en el próximo Rey de Inglaterra, o al menos eso se vislumbra tras una agenda pública más afanosa en los últimos meses y con otros compromisos a futuro que la reina madre le ha delegado.
Carlos está por cumplir 65 años este 2013 y es hasta hoy el heredero británico que más tiempo ha esperado para acceder al trono. Su madre lleva al frente de la monarquía inglesa 61 años.
Luego de que el pasado 3 de marzo la Reina Isabel II, de 87 años, fuera hospitalizada por gastroenteritis, los reflectores se posaron en la Casa Real ante un posible cambio de poder.
Tras este episodio, el Príncipe de Gales ha estado más presente en diversas actividades. Recientemente se anunció que representará por primera vez a su madre en la cumbre bianual de jefes de Estado y de Gobierno de la Commonwealth, que tendrá lugar en Sri Lanka en noviembre próximo. Con este episodio se pondrá fin a 40 años de asistencia ininterrumpida de la monarca.
En este sentido es poco probable que Carlos pueda convertirse en el nuevo jefe de Estado de 16 de los 54 países que componen la Commonwealth, como lo es ahora su madre, ya que el cargo no es hereditario, a diferencia del trono. Incluso el diario El Mundo asegura que varios de los participantes han expresado “sus pocas ganas” de que el Príncipe los gobierne.
La mirada pública está puesta en la monarquía, mientras los analistas consultados por medios internacionales afirman que es “impensable” una abdicación de la Reina, quien cuando accedió al trono en 1952 dijo que serviría a la nación “toda su vida”. Apenas renovó su palabra el año pasado, cuando cumplió 60 años como soberana.
Además, según un sondeo publicado en el Sunday Times, 53 por ciento de los británicos desean ver a Isabel II cumplir su mandato hasta la muerte.
De los encuestados, sólo el 48 por ciento aceptaría una abdicación si la Reina se encuentra “demasiado enferma para cumplir con sus funciones”.
Por su parte The Times ve como “una posibilidad teórica” que Isabel II renuncie al poder.
Pese a este panorama de rechazo en contra de la abdicación de la reina Isabel y la coronación de Carlos, éste ya preside algunas reuniones del Privy Council, el consejo asesor de la Reina.
De hecho, el mismo Príncipe, según The Telegraph, ya ha mostrado su desesperación por verse convertido en Rey en una entrevista que concedió al rotativo, Carlos habría declarado: “¿Impaciente, yo? Por supuesto que sí (…) Se me está acabando el tiempo y como me descuide me apagaré”.
A lo que especialistas y expertos en temas políticos, también entrevistados por el periódico, coincidieron con el príncipe pues declararon que el heredero denota “frustración porque su reinado no acaba de llegar”.
Pero la imagen del Príncipe de Gales no es la mejor y menos por los excesos de lujo y comodidad con los que vive. La prensa europea afirma que posee seis casas, tiene a su disposición 11 secretarias, más todo un séquito de sirvientes, así como una lujosa colección de coches e ingresos anuales millonarios.
A esto se suma la poca aceptación que tiene entre el pueblo inglés. En noviembre pasado se público una encuesta en la que su hijo Guillermo fue elegido como el más popular de la realeza con 62 por ciento, mientras que Carlos obtuvo sólo el 21 por ciento.
Su hijo Guillermo siempre ha gozado de amplia popularidad, en parte gracias al gran parecido con su madre y el revuelo que causó su boda con Kate Middleton, con quien ya espera a su primogénito, una noticia que ha incrementado el cariño que sienten por él miles de británicos.
CARLOS SE HACE PRESENTE
El 8 de mayo pasado Isabel II compartió carroza con su hijo mayor, quien acudió al tradicional discurso de la Reina ante el parlamento por primera vez en 17 años, acompañado de su esposa Camilla, la Duquesa de Cornualles.
El heredero al trono dejó de participar en este evento luego de su divorcio con Lady Di, al cual no asistía desde 1996.
Justamente la imagen del Príncipe Carlos se vino abajo cuando la Princesa Diana murió. La pareja contrajo nupcias en 1981, en lo que muchos consideraron “la boda del siglo XX”.
Ella se convirtió en la “Princesa del pueblo”, siendo querida y admirada, incluso por la Reina, según cuenta el biógrafo Robert Lacey en su libro A Brief Life Of The Queen.
Lacey cuenta que Diana fue ayudada por la misma monarca para hacerle frente a sus problemas de bulimia. También soportó el eterno affaire de Carlos con Camilla. Esta versión también aparece en la biografía de Andrew Morton Diana: su verdadera historia.
La infidelidad de Carlos quedó al descubierto en 2004 con grabaciones reveladas por la cadena estadunidense NBC, entre las cuales hay una en la que supuestamente Lady Di afirma: “Si pudiera escribir mi propia historia, mi esposo huiría con su mujer y nunca volvería”.
Pese a los problemas, la pareja tuvo dos hijos: Guillermo y Harry, hoy con 30 y 28 años de edad respectivamente.
Aún así, la relación comenzó a desquebrajarse poco a poco hasta que el divorcio se consumó el 28 de agosto de 1996.
Al siguiente año, Diana fue captada con Dodi Al Fayed, hijo del millonario empresario Mohamed Al Fayed, con quien comenzó una relación amorosa que se esperaba culminaría en boda. Pero no fue así, su felicidad fue interrumpida fatalmente el 31 de agosto de 1997, después de que la pareja cenara en el hotel Ritz de París, y al salir fuera perseguida por un paparazzi.
La pareja sufrió un aparatoso accidente en el Túnel de l’Alma, donde perdieron la vida Diana, Dodi y el chofer. La noticia paralizó al Reino Unido, en especial al Palacio de Buckingham.
Los rumores y versiones en torno a la muerte de Lady Di se dieron al por mayor, incluso los que involucraban a su esposo en un complot homicida y que diezmaron aún más su imagen.
De acuerdo con Paul Burrel, mayordomo de Diana, ella habría escrito: “Mi marido planea un accidente de automóvil porque así tendrá el camino libre para casarse”. El propio Mohamed al Fayed sospechaba que los poderes del Estado británico estuvieran vinculados con el accidente.
Otras versiones aseguran que se trató de un atentado internacional por las causas humanitarias de la Princesa, que fue un ataque orquestado por Osama Bin Laden o hasta una simple muerte simulada.
El caso fue investigado por la justicia británica y Scotland Yard interrogó al Príncipe Carlos. Además, se analizaron, entre 2000 y 2004, 20 mil documentos y se entrevistaron a 400 testigos. Se concluyó que no había pruebas para sostener que todo se trató de una conspiración.
Cuando las pesquisas concluyeron, Carlos decidió casarse de nuevo en 2005 con quien se considera el verdadero amor de su vida: Camilla Parker Bowles. Pero el recuerdo de Diana y su carisma aún continúan vigentes.
Actualmente, justo cuando Carlos necesita tener una imagen fuerte con la ciudadanía, otro escándalo lo sacude.
El pasado 3 de mayo diversos medios retomaron una nota de The Guardian, en la que se aseguraba que el heredero a la corona utilizó dinero de súbditos que murieron sin dejar testamento o herederos para financiar sus organizaciones benéficas y apoyar becas estudiantiles.
El rotativo indica que gracias a su título de Duque de Cornualles, cada año recibe 28 millones de dólares de ingresos privados, entre los que se encontrarían bienes de personas de ese condado que han muerto sin dejar herederos, es decir, se trata de una “sucesión mortis causa”.
Con un panorama tan complicado, es difícil predecir lo que ocurrirá en un futuro en el Reino Unido. Si bien los británicos no ven con buenos ojos al Príncipe Carlos, la avanzada edad de su madre podría ser uno de los detonantes para que el ex esposo de Lady Di cumpla el que parece ser su más grande sueño: convertirse en Rey.