De promesa del básquetbol a prisionero desquiciado. En esto se convirtió Lamont Cathey, de 17 años, quien fue arrestado hace 16 meses por tratar de robar una pizzería.
Además, no ha podido pagar una fianza de cinco mil dólares. Es como varios presos que se quedan años en sus celdas por jamás reunir el dinero para salir en libertad, así hayan cometido delitos menores.
Pero eso no es lo peor con Cathey. Ha permanecido en la cárcel desarrollando un curioso –pero muy dañino– hábito: comer metal. De hecho, ha deglutido su propia celda, literalmente.
Se ha tragado tornillos, agujas, chinchetas, tiras de cuero y en una ocasión las piezas de un dispositivo médico. El daño interno que se ha hecho ha provocado que lo hayan ingresado 24 veces al hospital y la cuenta de gastos médicos para la cárcel de Cook County Jail en Chicago hace rato superó la de la fianza: 1 millón de dólares.
La familia del interno afirma que la cárcel es la que lo volvió así, reportó el portal británico Metro.
Con información de: Publímetro