Proponen restricción de colorantes sintéticos en alimentos por sus efectos negativos

Legisladores de varios estados de Estados Unidos están impulsando una medida para prohibir o restringir el uso de colorantes sintéticos en alimentos como cereales, bebidas y dulces, debido a su vinculación con problemas de salud, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños. Este movimiento surge tras años de presión por parte de defensores de la salud pública, que argumentan que estos aditivos químicos pueden tener efectos negativos, como el aumento de los síntomas de TDAH y, en algunos casos, incluso cáncer.

Virginia Occidental fue el primer estado en aprobar una prohibición general de siete colorantes artificiales. Esta medida será implementada en las escuelas a partir de agosto de este año y en todo el estado en 2028. Otros estados, como California, también están trabajando en legislaciones similares. La senadora Laura Wakim Chapman, encargada de la comisión de salud del Senado, señaló que es esencial eliminar los riesgos innecesarios para la salud de los niños, haciendo un llamado a no “vender” la salud de la población.

Los colorantes sintéticos, como el Rojo tres y otros derivados del petróleo, están aprobados por la FDA para su uso en alimentos y bebidas en Estados Unidos, pero la investigación ha demostrado que pueden afectar negativamente el comportamiento de los niños. A pesar de la evidencia, la FDA solo ha comenzado a tomar medidas, como la eliminación gradual del Rojo tres hasta 2027. En contraste, la Unión Europea y otros países como Japón han prohibido o restringido estos aditivos.

El impacto de estas restricciones ha generado preocupaciones dentro de la industria alimentaria. La Asociación Nacional de Confiteros advierte que las nuevas regulaciones podrían aumentar los precios y reducir la variedad de productos disponibles, afectando a estados con altos niveles de pobreza y escasez de alimentos saludables. Sin embargo, algunos defensores de la medida, como los legisladores en Virginia Occidental, aseguran que esta es una victoria para la salud pública y un paso necesario para proteger a las generaciones más vulnerables.

Mientras tanto, los distritos escolares del estado están adaptándose a la nueva ley, eliminando productos con colorantes artificiales y esperando que los fabricantes reformulen sus productos para cumplir con la normativa. Los legisladores también han citado ejemplos de otras iniciativas en estados como Oklahoma, que siguen el mismo camino para regular los aditivos sintéticos en alimentos.

Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio para priorizar la salud de los ciudadanos sobre los intereses comerciales, especialmente en un contexto donde la obesidad y otras enfermedades crónicas son prevalentes.

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