El Radar por Jesús Aguilar.
En menos de una semana del 2025 la mancha urbana de la zona centro, el espacio con mayor concentración de población en el estado ya acumula otra falla del Realito, denuncias de sabotaje a la red de agua y la evidencia de tomas clandestinas… otra vez.
En los últimos años, la zona metropolitana de San Luis Potosí, que incluye a la capital y al municipio de Soledad de Graciano Sánchez, ha enfrentado una crisis hídrica cada vez más aguda. Esta situación no solo ha afectado la vida diaria de cientos de miles de habitantes, sino que también ha puesto en tela de juicio la capacidad operativa del organismo responsable del servicio, el INTERAPAS.
Uno de los factores que agravan la crisis es el sabotaje a la infraestructura hídrica. De acuerdo con una investigación reciente publicada ayer, se han detectado actos deliberados de daño a las redes de distribución en diversas colonias de la capital. Estas acciones no solo generan pérdidas económicas significativas, sino que también interrumpen el suministro de agua en sectores vulnerables de la población. La intención detrás de estos sabotajes aún no está del todo clara, pero se presume que están vinculados a intereses políticos y económicos que buscan desestabilizar al organismo o lucrar con la escasez del recurso.
Jorge Daniel Hernández Delgadillo, el experimentado director del INTERAPAS ya ha hecho varios anuncios este año, primero apelando a la ciudadanía a ponerse al corriente en sus pagos con el organismo y aprovechando el programa de descuentos que ha establecido para este fin que incluye adeudos de varios años anteriores y en cuentas privadas y comerciales, el segundo que tomarían seriamente el nuevo descubrimiento de ataques y sabotaje a la red. El agua en la capital y la zona metropolitana ha sido uno de los más álgidos temas que ha generado pugna política entre el Gallardismo y el Galindismo en los últimos tiempos.
A esto se suman las tomas clandestinas, un problema que afecta especialmente al municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
Según cifras publicadas por Astrolabio, existen hasta 10 mil conexiones ilegales que sustraen agua de la red, reduciendo significativamente el caudal disponible para los usuarios regulares. Estas tomas, en su mayoría no reguladas ni detectadas a tiempo, no solo disminuyen la presión en la red de distribución, sino que también generan un impacto directo en los ingresos del INTERAPAS, que depende del pago de tarifas para su operación. El resultado es un ciclo vicioso de ineficiencia y desabasto.
Además de estas problemáticas, la infraestructura del sistema hídrico es obsoleta y carece de mantenimiento adecuado. Gran parte de las tuberías y estaciones de bombeo han superado su vida útil, lo que incrementa las fugas y las interrupciones en el suministro.
El INTERAPAS, que enfrenta un panorama financiero crítico, no cuenta con los recursos necesarios para realizar las inversiones que se requieren urgentemente.
En este contexto, la desaparición del INTERAPAS, o al menos una reestructuración completa de su funcionamiento, se ha planteado como una posibilidad.
Tanto autoridades estatales como expertos en gestión hídrica han considerado que el modelo actual de administración del organismo es insostenible.
Sin embargo, la pregunta clave es qué podría reemplazarlo. Cualquier alternativa debe considerar una gobernanza transparente, un financiamiento adecuado y un enfoque integral que priorice tanto el acceso equitativo al agua como la sostenibilidad del recurso.
El Artículo 115, fracción III, inciso a de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que es facultad exclusiva de los municipios proporcionar los servicios públicos de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales.
Lo ideal es que cada espacio se rasque con sus propias uñas y deje de cargar con otros, como es el caso que por un lado sigue empujando la Soledad Gallardista, y la capital Galindista.
¿Podrá Villa de Pozos tener condiciones pronto para algo parecido? Se ve difícil por lo pronto sin la ayuda y subsidio del gobierno del estado.
¿Alguien quiere que sus impuestos se usen para proveer servicios a otros?
Lo dudo. ¿Lo tendrán que enfrentar? Seguro.
Pero la crisis del agua en San Luis Potosí y Soledad no es solo una cuestión de infraestructura, administración o ahora de posiciones políticas; también refleja profundas desigualdades sociales y una falta de conciencia colectiva sobre la importancia del cuidado del agua.
Resolver esta crisis requerirá un esfuerzo conjunto entre autoridades, ciudadanos y actores privados. Solo mediante la implementación de políticas públicas efectivas y la participación activa de todos los sectores se podrá garantizar un futuro en el que el agua deje de ser un privilegio y vuelva a ser un derecho básico.
Por lo pronto, lo que nos toca es asumir la corresponsabilidad de pagar, ponernos al día y evitar que el cataclismo continúe… aquí la liga con los datos para que aprovechemos la ruta marcada por INTERAPAS.
