Pueblo fantasma cobró vida en junio; Santa María Tepoxtlantongo, Oaxaca

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De aquí surgieron los jornaleros de San Quintín; cada año regresan a la fiesta patronal

Es un pueblo mixteco de San Juan Mixtepec, casi todo el año está vacio, pero cobra vida en junio, cuando los migrantes radicados en Baja California y Estados Unidos se reencuentran para festejar al santo patrono, San Juan Bautista.

La celebración es posible con las aportaciones económicas de los paisanos, quienes de manera organizada y entusiasta vuelven a la tierra que los vio nacer.

Dichas aportaciones sirven para proveer de servicios básicos a la comunidad, un tramo carretero bien trazado y una cancha de basquetbol en buen estado.

Las casas estilo californiano resaltan en medio de los montes, pero están abandonadas. Las puertas con finos acabados lucen desgastadas. Fueron aseguradas con candados y cadenas. Los invernaderos de jitomate se secaron.

EN ESPERA DE CRECER PARA MIRAR AL NORTE

Las mujeres y los ancianos se encargan de la parcela, mientras los adolescentes esperan tener la mayoría de edad para poder trabajar en los campos agrícolas de los estados fronterizos, aunque las condiciones labores no sean favorables.

De este pueblo mixteco y otras comunidades vecinas, son oriundos los hombres y mujeres que conforman la Alianza de Organizaciones por la Justicia Social en el Valle de San Quintín, Baja California.

La Alianza, que consiguió poner en la agenda nacional las condiciones de explotación en que miles de indígenas laboran en los campos agrícolas del norte de México.

Jornaleros de origen mixteco exhibieron no sólo las violaciones a los derechos laborales, sino también los daños a su salud por el uso de agroquímicos sin protección, los casos en donde las mujeres víctimas de acoso sexual y el trabajo de niños en la pizca de vegetales y frutas.

Fidel Sánchez Gabriel nació en este pueblo. Hijo de padre mixteco, migró desde pequeño, pero aún conserva orgulloso su lengua materna.

LOS LLAMA LA TIERRA

En entrevista, el portavoz de dicha alianza refiere que “mi pueblo natal lo tengo presente. Es imposible negar la tierra de donde somos; la tierra que te vio nacer”.

Recuerda que a los siete años salió de Tepoxtlantongo acompañando a sus padres para trabajar en los campos de Sinaloa, Baja California Sur y Baja California Norte.

Durante la ruta migrante aprendió a hablar español. Posteriormente estudió el primer año de primaria.

Sánchez pizcó fresa, mora, chile, algodón y tomate, donde estuvo expuesto a pesticidas, ganó poco dinero y padeció la estafa de recibir cheques sin fondos. En aquel entonces sus padres y hermanos vivieron en galerones con decenas de familias jornaleras.

El desamparo laboral y carencias económicas lo impulsaron a sumarse a la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC).

Reconoce que la lucha social en el norte de México no es fácil debido a supuestas relaciones de complicidad entre autoridades locales, empresarios y agrupaciones impulsadas por los patrones.

MEJOR CONDICIÓN DE VIDA

Fidel Sánchez Gabriel, indígena mixteco de Tepoxtlantongo, comunidad de San Juan Mixtepec, y portavoz de la Alianza de Organizaciones por la Justicia Social en el Valle de San Quintín, Baja California, trabajó en los campos agrícolas de Oregon, California y Florida, en EU. Durante la cosecha de la manzana en Washington se acercó a la Unión César Chávez para demandar vivienda para las familias de jornaleros.

“Nos ha costado mucho concientizar a nuestros hermanos jornaleros; les damos a conocer sus derechos incluidos en la Constitución, en la Ley Federal del Trabajo”.

La Alianza tiene menos de dos años de funda, en ese lapso consiguió un salario decoroso, afiliación extendida al IMSS (sólo diez mil de 80 mil jornaleros están afiliados), la protección de las mujeres en estado de gravidez, derechos de paternidad y restricciones del trabajo infantil, entre otros.

—¿Qué opinión le mereció la convocatoria, que en su momento tuvo en redes sociales, promovió atentar contra las personas de origen oaxaqueño que participaron en la Alianza?

—No se le dio importancia. Los integrantes de la organización lo consideramos como una  señal de triunfo.

Fuente: Excelsior.

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