El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, propuso de manera contundente un alto el fuego inmediato en Ucrania y el inicio de negociaciones, bajo la condición de que Kiev retire sus tropas de las regiones anexionadas por Rusia en 2022 y renuncie a sus planes de unirse a la OTAN.
Putin realizó estas declaraciones en Moscú, destacando la urgencia de una resolución definitiva del conflicto en lugar de mantenerlo congelado. Explicó que Rusia está preparada para iniciar negociaciones sin demora.
Sin embargo, las condiciones de Putin incluyen exigencias significativas, como el estatus no nuclear de Ucrania, restricciones a sus fuerzas armadas y la protección de los intereses de la población de habla rusa en el país. Además, insistió en que las sanciones occidentales contra Rusia deberían levantarse como parte de cualquier acuerdo.
Estas propuestas fueron formuladas mientras los líderes del G7 se reunían en Italia y se preparaban para una cumbre en Suiza sobre la paz en Ucrania, aunque sin la participación del Kremlin. Las declaraciones de Putin subrayan un punto de quiebre en las negociaciones, ya que anteriormente había exigido a Ucrania reconocer sus avances territoriales y abandonar sus aspiraciones de unirse a la OTAN.
En respuesta, Ucrania aún no ha comentado sobre la propuesta de Putin, lo que deja en duda la posibilidad de aceptar condiciones tan estrictas para el cese de hostilidades y el inicio de un proceso de paz.
Putin concluyó su intervención afirmando que la responsabilidad de continuar el conflicto recaerá en Kiev y en las capitales occidentales si rechazan su oferta, considerándolo un problema político y moral por perpetuar el derramamiento de sangre en la región.