El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció que el sistema antiaéreo de su país estaba en operación cuando un avión azerbaiyano se estrelló en Kazajistán el miércoles pasado. Según el Kremlin, el mandatario se disculpó por el incidente y expresó condolencias a las familias de las víctimas, además de desear pronta recuperación a los heridos.
En una conversación telefónica con su homólogo de Azerbaiyán, Ilham Aliev, Putin explicó que el avión intentaba aterrizar en el aeropuerto de Grozny, en el sur de Rusia, cuando se desató un ataque de drones ucranianos en varias ciudades, incluyendo Mozdok y Vladikavkaz. Durante este evento, los sistemas de defensa aérea rusos repelieron las amenazas, aunque no se confirmó si los misiles impactaron directamente al avión.
El vuelo J2-8243, que cubría su ruta regular, terminó desviándose hacia Kazajistán, donde finalmente cayó en las cercanías de Aktau, envuelto en llamas. La tragedia dejó un saldo de 38 muertos y 29 sobrevivientes.
Putin subrayó que el avión intentó aterrizar varias veces en Grozny, pero las circunstancias no lo permitieron debido al caos generado por los ataques de drones. La aeronave fue desviada y terminó estrellándose en territorio kazajo.
La declaración del Kremlin aclaró que el siniestro coincidió con el momento en que las defensas rusas enfrentaban vehículos aéreos no tripulados enviados por Ucrania, lo que complicó la seguridad en el espacio aéreo.
El incidente ha generado preocupación en la comunidad internacional por los riesgos que supone la guerra en curso para la aviación civil, especialmente en regiones cercanas a las áreas de conflicto.