Google conmemora con un doodle el conocido como caso Roswell, un incidente que 66 años después, sigue levantando polémicas y debates encendidos. Entre los defensores de los avistamientos de OVNIs, el caso Roswell sigue siendo uno de los grandes símbolos de que los extraterrestres han visitado nuestro planeta en alguna ocasión. ¿Qué hay de cierto en esto? Naturalmente, en un suceso donde los rumores, la pseudociencia y sobre todo, la Guerra Fría hacen juego, siempre habrá polémica sobre qué ocurrió realmente en el caso Roswell. Un incidente que no por antiguo ha dejado de estar de moda, como demuestra el doodle de hoy.
¿Qué sucedió en Roswell?
Roswell es una ciudad del condado de Chaves del estado de Nuevo México, en Estados Unidos. A día de hoy, no llega a los 50.000 habitantes, lo que no ha impedido que su fama por el conocido suceso que os contamos hoy haya alcanzado nivel internacional. Tras el supuesto choque de una nave extraterrestre en 1947, da comienzo lo que en los medios se ha llamado ‘ufología moderna’, que no son más que intentos para demostrar la existencia de OVNIs en los últimos años. Lo que vio aquel día Mac Brazel, el granjero de Nuevo México, fueron restos de madera, goma y aluminio plastificado en su rancho, que confundió con posibles partes de una nave extraterrestre. La historia y los medios de comunicación harían luego el resto: se llegó a decir que hubo autopsias de cuatro seres extraterrestres, alimentadas por vídeos que aparecerían a mediados de los noventa, como el que vemos a continuación. ¿Era esto cierto? ¿Nos visitaron seres alienígenas en 1947? ¿O se trataba solo de teorías pseudocientíficas, alineadas con nuestras ganas de conocer si hay vida ahí afuera? Además del escándalo que supuso aquella noticia, y que Google alimenta hoy de nuevo con su doodle, lo que está claro es que el caso Roswell le vino muy bien a la propia ciudad en Nuevo México. Actualmente se celebra allí cada año un festival OVNI, y en las calles se pueden observar imágenes que recuerdan a seres alienígenas y platillos volantes. La pseudociencia nunca fue tan rentable.