Daniel Bisogno fue sometido a una intervención quirúrgica debido a que estuvo a punto de que se reventaran las varices en el esófago que padece el conductor de “Ventaneando”, de acuerdo con Pati Chapoy, titular de este programa.
La periodista de espectáculos dio a conocer que el estado de salud de Daniel Bisogno es delicado, dado que la intervención a la que fue sometida consistió en ligar y reforzar las varices que tiene en el esófago.
De acuerdo con un artículo de Scielo, que fue publicado en la Revista Española de Enfermedades Digestivas, las varices esofágicas son venas dilatadas ubicadas en la parte final del esófago, conducto entre la garganta y el estómago. A través de ellas circula la sangre que en condiciones normales pasaría por el hígado.
Éstas se desarrollan en pacientes con enfermedad hepáticas, por lo que el hígado de los pacientes no se encuentra en buenas condiciones.
El artículo de Scielo también establece que el principal problema de este padecimiento es la rotura de las varices, lo que supone una grave complicación.
De acuerdo con el sitio web Mayo Clinic se desarrollan cuando el flujo de sangre habitual al hígado se bloquea por un coágulo o tejido fibroso.
El flujo sanguíneo retrocede al toparse con tejido cicatricial en el hígado, aumentando la presión en la vena Porta, provocando hipertensión portal.
La hipertensión obliga a la sangre a buscar otras vías, como las ubicadas en la parte más baja del esófago. La trombosis en la vena porta o vena esplénica, puede causar este tipo de padecimiento.
Cualquier enfermedad hepática crónica provoca la formación de várices esofágicas. Cuando se rompen ocasionan un sangrado que pone en peligro la vida de los pacientes.
Este tipo de padecimiento no presenta síntomas a menos que haya una hemorragia, en cuyo caso hay vómito con sangre, heces oscuras o con sangre y desvanecimiento del paciente por pérdida de sangre.
En los casos más graves, el paciente puede perder el conocimiento e incluso morir debido a la pérdida de sangre.
Los médicos especialistas pueden sospechar de la presencia de varices esofágicas cuando el paciente con enfermedad hepática presenta coloración amarillenta en la piel o ictericia, sangrado o formación de moretones con facilidad, así como acumulación de líquido en el abdomen.
Dado que no se trata de un padecimiento con síntomas evidentes, para su detección es necesario realizar una endoscopia digestiva, lo que además permite determinar su tamaño.
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