El rector de la UAEM, Jorge Olvera, confirmó el reencuentro del universitario Óscar Montes de Oca con sus familiares en Tepic, Nayarit
Óscar Álvaro Montes de Oca abandonó el Penal Federal Noroeste, de Tepic, Nayarit, luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) se desistió el jueves de la acusación en contra del estudiante, de 23 años de edad. Óscar fue liberado cerca de las 9:45 horas.
El mexiquense estuvo recluido desde el 2 de agosto, acusado de delitos contra la salud, en su modalidad de transporte e introducción de cocaína a territorio nacional, luego de que agentes del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México descubrieron 20 kilos de cocaína presuntamente en su maleta.
Fue el 31 de julio cuando el joven arribó al AICM en un vuelo de Avianca procedente de Argentina, pero su vuelo habría hecho escala en Bogotá, Colombia, y Lima, Perú.
Fue detenido por federales acusado de transportar cocaína en su maleta. El estudiante aseguró en todo momento que el equipaje se lo habían sembrado, que no era suyo; hasta el jueves pasado la PGR se desistió de la acusación, luego de el respaldo social e institucional al joven.
El rector de la Universidad Autónoma del Estado de México confirmó la liberación del estudiante a través de su cuenta de Twitter, donde se ve a un Óscar rapado y reunido con algunos familiares.
Con coraje
Óscar Álvaro Montes de Oca llegó ayer mismo a Toluca acompañado de su padres, hermana y familiares. En un encuentro con medios de comunicación afirmó que su caso lo ocupará para pedir que las líneas aéreas y los aeropuertos establezcan protocolos más seguros para que no se repita un caso como el suyo.
No puede ser que por una etiqueta, que se puede quitar fácilmente con las manos, sea suficiente para acusar a alguien de tráfico de drogas; no puede ser, es inaceptable.
Considero que por ese lado vamos a ir, en cuanto me encuentre en las condiciones necesarias, voy a hacer la solicitud, de mi parte y de todas las personas que me apoyaron, para que no sólo pase esto sino que se revise caso por caso, porque conocí muchos dentro del reclusorio donde estuve”, relató.
Óscar calificó su experiencia como un infierno que le dejó secuelas sicológicas y de salud, por lo cual pidió a la gente que viaja tomar precauciones y fotografías de sus maletas; a las aerolíneas exigió establecer mecanismos de seguridad que garanticen que a otro pasajero no le pase lo mismo, pues para eso se paga un boleto e impuestos, para exigir que estos errores no lleven a prisión a gente inocente, víctimas como él.
Visiblemente afectado, con dificultades para hilar oraciones y emocionado por el apoyo de autoridades, universitarios y sociedad, no sólo en México sino en Argentina, explicó que tiene coraje por lo que se le imputó, pero dijo que ese coraje lo ocupará para encauzarlo de buena manera y abanderar a quienes no cuentan con apoyo para que sus casos sean conocidos, como muchos casos que conoció en prisión.
El hecho de estar aquí y ver a todos ustedes es algo que me motiva no sólo a echarle ganas en mi vida, sino a comprometerme socialmente con todas las personas que así lo requieran, así como ustedes lo hicieron conmigo; fácilmente les digo que les debo mi vida, les debo el que yo esté aquí y jamás voy a terminar de pagárselos. Espero que lo que yo pueda hacer por la sociedad y por cada uno de ustedes sea un poco de lo que ustedes hicieron por mí”.
Óscar expresó que fue tan difícil lo que vivió que una parte de él todavía permanece en esa celda en donde estuvo retenido por cinco días.
Fuente: Excelsior