El Presidente Andrés Manuel López Obrador inició este viernes su gira de trabajo del fin de semana en Chihuahua para visitar a los migrantes que resultaron lesionados en un incendio que costó la vida a otros 39 en un centro de detención en Ciudad Juárez.
Antes de su visita a uno de los hospitales donde los migrantes están siendo atendidos luego del incendio, el mandatario federal fue recibido entre reclamos de más migrantes que bloquearon el paso de la camioneta en la que llegó.
“¡Justicia!” y “¡Qué salga, qué salga!” fueron algunas de las consignas que manifestaron los migrantes mientras detenían el paso de la camioneta del Presidente López Obrador para manifestar su miedo de que “mañana podrían ser otros” los que pierdan la vida. “Merecemos respeto; somos seres humanos. No la xenofobia”, agregaron.
En uno de los videos que circulan en redes sociales, se ve a una mujer acercándose al Presidente López Obrador para pedirle que no hiciera lo mismo que hace Estados Unidos, a lo que el respondió: “No somos iguales, mi amor, no nos confundas”.
Más adelante, un migrante más se puso frente a su vehículo para no dejar avanzar, por lo que el titular del Ejecutivo solicitó que no provocara, lo cual fue cuestionado por la misma mujer que lo comparó con el país vecino. ¿Usted era provocador cuando defendía la justicia y la dignidad?, cuestionó ella, pero el Presidente defendió haberlo hecho de manera pacífica.
Ante el siniestro ocurrido en Ciudad Juárez, los migrantes piden propuestas del Presidente López Obrador para mejorar su estancia en tanto esperan su solicitud de asilo en Estados Unidos, luego interceptaron a la comitiva que acompañaba al mandatario federal para reclamarle que no se detuvo dialogar con ellos y que el evento fue privado.
EL INCENDIO QUE MATÓ A 39 MIGRANTES
López Obrador dijo estar devastado personalmente por la tragedia ocurrida el lunes. Pero todo parecía indicar que no traía consigo grandes cambios para la política de inmigración en su visita a Ciudad Juárez, limítrofe con El Paso, Texas.
“Lo confieso, me ha dolido mucho, me ha dañado”, manifestó López Obrador antes del viaje. “Me partió el alma”. El Presidente dijo que el incendio en Ciudad Juárez era el segundo momento más doloroso de su gobierno después de incendio y explosión en oleoducto en 2019 que dejó 135 muertos en la localidad de Tlahuelilpan.
Sin embargo, el incidente más reciente no le causó grandes costos en términos políticos.
Muchos habitantes de ciudades fronterizas mexicanas lamentaron la muerte de los migrantes a causa de las llamas y el humo, al parecer provocados por algunos migrantes que prendieron fuego a colchonetas para protestar porque presumiblemente iban a ser deportados. Sin embargo, en Ciudad Juárez, muchos habitantes estaban hartos de que los migrantes, principalmente de América Central y Venezuela, pidieran dinero en las esquinas y obstruyeran el tránsito en los puentes fronterizos.
En su deseo de congraciarse con Estados Unidos, López Obrador ha hecho la vida difícil a los migrantes que pretenden cruzar México para llegar hasta la frontera con Estados Unidos. López Obrador dispuso que decenas de miles de efectivos del ejército y de la Guardia Nacional contengan el flujo de migrantes de Venezuela, Honduras, Nicaragua y Cuba, y permitió que Estados Unidos los regresara a México.
Pero Estados Unidos ha contribuido poco para ayudar a México a albergar o integrar a los migrantes que ha regresado a suelo mexicano.
López Obrador lanzó críticas el vienes cuando dijo que Estados Unidos debería canalizar más dinero al desarrollo económico en América Latina para evitar que los migrantes dejen sus países en lugar en enviar ayuda militar a Ucrania. Dijo que Estados Unidos debería entregar apoyos en dinero directamente a las familias en la región.
Ese punto muerto, en el que los gobiernos federales de México y Estados Unidos abominan tocar el tema migratorio, a menudo hace que la situación sea asumida por autoridades locales cuyos electores consideran a los migrantes un fastidio.
López Obrador dijo el viernes que va a crear una comisión para garantizar la protección de los derechos humanos de los migrantes. Dijo que la comisión será encabezada por el sacerdote católico Alejandro Solalinde, quien desde hace tiempo realiza activismo en favor de los migrantes. Sin embargo, se desconoce de momento las facultades que tendrá la comisión.
Por lo pronto, “voy a estar atendiendo la parte médica, básicamente. Lo que me importa más es la atención a los heridos”, aseveró el mandatario. México rechazó una propuesta de Estados Unidos de ayudar a la atención médica de los migrantes heridos —la mayoría de los cuales sufrieron lesiones por inhalación de humo— porque, según el mandatario, están demasiado enfermos para ser trasladados.
La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, dijo el jueves que 27 migrantes continuaban hospitalizados, todos en condición grave o crítica. Otro migrante fue dado de alta, apuntó.
El migrante acusado de comenzar el incendio sólo sufrió lesiones leves y fue dado de alta del hospital al parecer en condición de detenido.
Sin Embargo