Es un misterio que ha llevado a Moldavia, una de las naciones más pobres de Europa, a una profunda crisis: la desaparición de US$1.000 millones de sus tres principales bancos.
Un informe confidencial culpó del robo a un empresario de 28 años conocido comoIlan Shor.
Pero en una entrevista exclusiva con la BBC, el hombre se declaró inocente.
Mirándolo a los ojos, con su aspecto juvenil que lo hace aparentar mucho menos de los 28 años que dice tener, resulta difícil creer el tamaño de las acusaciones que se han vertido en su contra.
Sin embargo, el reporte de Kroll, una agencia de investigación privada, que fue filtrado por un miembro del parlamento moldavo, señala a Shor como el coordinador y principal beneficiario de una compleja red de transaccionesfraudulentas que saquearon los fondos de las tres mayores entidades bancarias del país
La investigación señaló que el dinero fue transferido en solo dos días a una serie de empresas registradas en Reino Unido y Hong Kong, pero con dueños desconocidos.
Ese desfalco obligó a la intervención del Estado, que debió proteger los ahorros de los clientes, y generó un agujero fiscal equivalente a ocho veces el Producto Interno Bruto (PIB) del país europeo.
Moldavia es una pequeña nación ubicada entre Rumania y Ucrania, que ha sufrido distintos problemas económicos, aunque últimamente había buscado acercarse a los parámetros de ingreso a la Unión Europea.
Tras el escándalo y los señalamientos, Shor niega las acusaciones y se apoya, paradójicamente, en el mismo informe Kroll: los reportes, basados en los registros bancarios, no prueban nada, según dice.
Para explicar eso, el empresario recibe a la BBC en su lujosa residencia ubicada en la capital del país, Chisinau.
Es una vivienda acorde al estilo de vida de un hombre que heredó un imperio de tiendas libres de impuestos (duty free) de su padre Miron, quien se mudó a Moldavia cuando Shor tenía solo tres años.
Los antecedentes
Pero hay que contar esta historia desde el principio. De acuerdo al informe Kroll, en 2012, los tres principales bancos de Moldavia –Unibank, Banca Sociala y Banca de Economii- fueron adquiridos por distintos socios que no parecían estar conectados entre sí.
Pero lo cierto es que algunos de estos nuevos propietarios utilizaron fondos de empresas en Reino Unido, las cuales tenían un registro de propiedad poco claro.
Fue entonces cuando los mencionados bancos comenzaron una serie de transacciones y préstamos que el informe Kroll definió como “económicamente irracionales” durante tres días del mes de noviembre de 2014.
La red de préstamos prácticamente vació las arcas de las entidades financieras hasta que “no era viable hacer más operaciones”.
Y es aquí donde comienzan a sugerirse los vínculos con Ilan Shor. De acuerdo al informe, la mayoría de las firmas involucradas en las transacciones está relacionadas con Shor y además “hubo una intención deliberada de extraer el mayor beneficio para él” en detrimento de los bancos.
Pero también afirma que todavía no está claro si Shor actuó solo o en compañía de más personas.
Ninguna relación
Durante la entrevista, Shor niega cualquier relación con Unibank o Banca Sociala más allá de ser un cliente.
Eso sí: fue jefe de Banca de Economii, pero culpó de la quiebra del banco a los malos préstamos que se hicieron antes de que fuera privatizado y de que él estuviera al mando.
“Cuando yo tomé el mando del banco, estaba aterrorizado. Había un hueco de US$376 millones”, le dijo Shor a la BBC.
Pero el jefe del Banco Nacional de Moldavia, Dorin Dragutanu, respondió con firmeza a Shor: “Nadie afronta un problema de créditos con una política agresiva de préstamos. Por eso me cuesta creer la versión de Shor sobre este asunto”.
Aquí el asunto se complica: según el informe Kroll, los préstamos que llevaron a la quiebra a los tres bancos son muy difíciles de justificar.
Por ejemplo: Banca Sociala hizo préstamos cercanos a los US$750 millones a cinco firmas moldavas que se sospechan están conectadas con Shor.
De igual manera, al hacer el rastreo de fondos, el informe llega a otra conclusión: el dinero ya no está en Moldavia.
Las cinco firmas que recibieron el dinero afirmaron que lo transfirieron inmediatamente a compañías registradas en Reino Unido y Hong Kong.
Siguiendo el dinero
Y al hacer un rastreo más profundo se llega a un solo nombre: Fortuna United LP, con domicilio en la ciudad escocesa de Edimburgo, que afirmó que compró todos los préstamos combinados.
El problema es que al buscar información sobre los propietarios de esta entidad los datos comienzan a resultar confusos: es una compañía formada por dos firmas en las islas de Seychelles, en el océano Índico, sobre las cuáles no se puede obtener ninguna información precisa.
Vasile Sarco es el jefe de la oficina para la Prevención del Lavado de Dinero en Moldavia y cree firmemente que el uso de empresas con domicilio en Reino Unido tiene como objetivo esconder a los beneficiarios de los fondos.
“Estamos analizando el carácter de las transacciones y todas las piezas que hemos encontrado nos permiten afirmar que Ilan Shor y otra personas están involucrados en la ejecución de este entramado ilegal”, le dijo Sarco a la BBC.
Por ahora, Shor –quien está en el centro del escándalo- solo ha sido acusado de un cargo: abuso de poder cuando estaba al frente de la Banca de Economii.
Hace pocas semanas, Shor fue liberado de su arresto para que participara como candidato en las elecciones en su ciudad natal, Orhei, en el norte del país.
Ganó las elecciones aunque su futuro no está libre de dificultades.
Transparencia y verdad
El fiscal general de Moldavia, Corneliu Gurin, dijo que no sabe todavía cuánto va a durar la investigación.
Pero un movimiento de protesta social, Dignidad y Verdad, insiste en que quiere respuestas de los políticos antes de que acabe el verano boreal.
Quieren saber cómo ocurrió la catástrofe financiera y que los funcionarios que fallaron en prevenirla sean castigados.
“Hay una profunda decepción con la clase política. Decepción porque estas cosas pasaron porque fallamos a la hora de construir instituciones públicas fuertes y funcionales”, dijo el presidente del parlamento, Andrian Candu.
Pero para mucha gente en las calles de Chisinay la credibilidad ya está perdida. Ellos no culpan a Ilan Shor, simplemente apuntan contra todos los que están en el poder.
Fuente: BBC.