El martes 11 de junio, el histórico Palacio de Versalles en Francia fue escenario de un incendio que provocó la evacuación inmediata de los visitantes. Según información de Reuters, el incendio se originó en la zona de los tejados donde se llevaban a cabo obras de renovación.
El incendio, que fue rápidamente controlado por los bomberos, no causó daños graves a la estructura del palacio ni dejó personas heridas. Los voceros del lugar confirmaron que no se registraron daños significativos ni en las instalaciones ni en la colección del palacio. Sin embargo, el incidente causó alarma entre aquellos que vieron los videos y fotos del fuego en redes sociales, temiendo por la seguridad del edificio con más de 300 años de historia.
Afortunadamente, tras la intervención de los bomberos, no quedó rastro de humo ni llamas, y el incendio se limitó a ser un susto sin mayores consecuencias. El incendio se produjo específicamente en la zona de los tejados, donde se estaban realizando trabajos de renovación, pero fue rápidamente contenido y extinguido.
El Palacio de Versalles es una residencia real construida por el rey Luis XIV a mediados del siglo XVII, aunque la construcción comenzó con un pabellón de caza iniciado por Luis XIII en 1623. El edificio fue completado en 1715 y se convirtió en la residencia principal y sede del gobierno de Luis XIV. Esta tradición continuó bajo los reinados de Luis XV y Luis XVI hasta 1789, cuando la familia real regresó a París durante la Revolución Francesa.
Abandonado y despojado durante la Revolución, el palacio fue utilizado como residencia de verano por Napoleón I de 1810 a 1814. Posteriormente, se convirtió en un museo de historia de Francia, reemplazando los antiguos aposentos del ala sur. Desde 1995, el palacio es administrado por el Ministerio de Cultura francés y recibe alrededor de 15 millones de visitantes al año. En 1979, el Palacio de Versalles fue designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Además, el Palacio de Versalles será sede de las pruebas ecuestres durante los Juegos Olímpicos de 2024, lo que subraya su continuo papel en la vida cultural y social de Francia.
