Una exhibición de Vinicius, que recuperó la pegada a lo grande un mes después, lideró la esperada reacción del Real Madrid antes de su visita al Camp Nou, con un triunfo repleto de firmeza en Kiev, anulando virtudes del Shakhtar, para enterrar el despiste del Sheriff y darle caza en el liderato.
Un nuevo Shakhtar, más dominador con De Zerbi en el banquillo pero igual de eléctrico en los últimos metros, con ese toque brasileño que le aportan sus referentes, le planteó un duelo por la posesión al Real Madrid. Jugó sin complejos, con el recuerdo del éxito en sus dos enfrentamientos en el pasado curso, y presentó la oportunidad de vencer al que fuese más efectivo en las transiciones.
No parece buena fórmula ante un Real Madrid al que siempre le gustó la velocidad, con Vinicius y Rodrygo volando en sus alas, y la precisión que aporta en el pase el regreso de un centro del campo histórico. Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric comparecían juntos por primera vez en la temporada. Se estrenaba Ferland Mendy, al fin, cinco meses después, salvador de la acción de mayor peligro del Shakhtar.
La amenaza de gol es siempre Karim Benzema, que avisó nada más arrancar el encuentro con un disparo ajustado, y provocó la mejor parada de Anatoli Trubin, con mano firme abajo al disparo seco desde la frontal del francés. Hasta cuatro de ocho disparos de la primera media hora llevaron su firma pero, curiosamente, el gol que rompió el partido llegó en propia puerta. Lucas Vázquez, novedad en banda derecha y un puñal continuo desde el lateral, puso un pase preciso a Karim que Serhiy Kryvstov mandó a la red en su intento de evitar el gol.
El enojo del técnico del Shakhtar dejó a su equipo sin dos de sus referentes al descanso y la respuesta no pudo ser peor. De un saque de banda a favor llegó el robo de Benzema, el pase mágico entre líneas de Modric y la calidad en la definición de Vinicius. Balón picado al portero, sin pensar en el tiempo que perdió el acierto.
Karim Benzema celebra gol | EFE
Vinicius se sintió intocable y desequilibró en cada aparición. Si a su velocidad y regate le añade pegada, es imparable. El tercer gol le define como futbolista. Bicicleta en carrera, un recorte con el que sentó a rivales y un zurdazo con potencia a la red.
El equipo de Carlo Ancelotti estaba desatado y el pulso de brasileños caía de lado madridista con Rodrygo sumándose a la fiesta y añadiendo gol a su gran actuación. Como no, con Benzema creando y asociándose, Vini poniendo el pase atrás y Rodrygo el zurdazo arriba. Courtois salvaba el poco trabajo que tuvo y el partido no podía acabar sin la recompensa de Karim que en el añadido sumó un nuevo tanto para dar caza a Carlos Santillana.
Récord