El mito dice que al tomar más agua, la piel se mantiene hidratada. Se cree que el agua actúa como un humectante, pero de adentro hacia afuera.
Si usted anhela tener una piel suave que irradia juventud, es muy probable que en algún momento le hayan exhortado a tomar mucha agua, para lavar las toxinas y mantener su cutis sano.
La cantidad exacta que la gente sugiere varía. En Estados Unidos tienden a recomendar ocho vasos de agua al día, mientras que en lugares de clima caliente se aconseja tomar más para compensar el sudor.
Pero independientemente del volumen exacto que se sugiera, el principio que apoya el consejo es el mismo: tomar más agua mantiene la piel hidratada. En otras palabras, el agua actúa como un humectante, pero de adentro hacia afuera.
Es una idea tan común que quizás le sorprenda la falta de evidencia para respaldarla.
Inconcluso
Uno esperaría que existieran innumerables estudios en los que grupos de personas hubieran sido separadas en dos grupos, uno con la tarea de tomar agua todo el día y el otro sólo la cantidad normal. Un mes más tarde, se habría evaluado la suavidad de la piel para establecer si el grupo que tomó más agua tenía el cutis más terso.
Sin embargo esos estudios son raros, en parte porque no se puede patentar el agua, así que es difícil encontrar a alguien interesado en financiar tal investigación, pues el resultado no será un nuevo medicamento o cosmético que se pueda vender.
El dermatólogo Ronni Wolf, del Centro Médico Kaplan de Israel, encontró sólo un estudio. Pero los resultados fueron contradictorios.
Tras cuatro semanas, el grupo que tomó más agua mineral mostraba una reducción en la densidad de la piel, lo que algunos creen que indica que el cutis está reteniendo más humedad, mientras que la densidad de la piel de los que tomaron agua de la llave era mayor.
No obstante, sin importar qué tipo de agua tomaron, no se encontró ninguna diferencia en sus arrugas o en la suavidad de su piel.
Eso no quiere decir que la deshidratación no tiene efecto en la piel.
Se puede medir el efecto al examinar turgencia cutánea, que mide cuánto tiempo le toma a la piel volver a su estado normal al pellizcarla y levantarla.
Si la piel está deshidratada, toma más tiempo retornar a su estado original.
Pero si tomar muy poca agua es malo para la piel no es necesarimanete bueno tomar más del promedio. Sería lo mismo que decir que como la falta de comida produce malnutrición, comer en exceso es bueno.
Consejo misterioso
Otra creencia común es que si uno toma más agua de lo normal, el cuerpo de alguna manera la almacena. Eso depende de cuán rápido se tome: si uno se toma varios vasos de agua en 15 minutos, lo único que ocurrirá es que orinará más. Si uno se toma esa misma cantidad a sorbos durante dos horas, se retiene más líquido.
Hay un estudio (Efecto de la hidratación oral sobre microcirculación de la piel en los adultos jóvenes y de mediana edad y mayores sanos, de DD Wipke-Tevis y DA Williams DA, de la Universidad de Missouri-Columbia, EE.UU.) que indica que tomar 500 mililitros de agua incrementa el flujo de sangre en los capilares de la piel. Pero la piel sólo fue evaluada 30 minutos después de tomar el agua, así que no sabemos si eso significa que el tono del cutis se mejora.
Un contraargumento es que la piel contiene hasta 30% de agua y eso ayuda a que se vea mullida. Quizás sea cierto, pero la apariencia de la piel depende más de factores como la genética, la exposición al sol y los daños causados por el humo del cigarrillo.
Así que el misterio es de dónde salió esa recomendación de los ocho vasos de agua al día.
Ni siquiera hay muchas directrices oficiales que se refieran a la piel. El agua es indudablemente el nutriente más importante para el cuerpo. Sin ella moriríamos en cuestión de días, y ciertamente hay otros beneficios que se derivan de mantenerse hidratado.
Un estudio hecho en 2010 -”Agua, hidratación y salud”, de BM Popkin, KE D’Anci y IH Rosemberg, de la Universidad de Carolina del Norte- encontró buena evidencia de que reduce la incidencia de cálculos renales en quienes ya los han tenido, pero la evidencia sobre otros beneficios es menos sólida.
¿Cuántos vasos entonces?
A falta de estudios, lo que sí hay son argumentos sobre la regla de los ocho vasos de agua, con disputas sobre cuánto es necesario para limpiar al riñón de toxinas y si es cierto o no que el agua ayuda a reprimir el apetito.
También es un mito que otros líquidos no cuentan. No tiene que ser agua. Los alimentos sólidos contienen más líquido de lo que uno espera: una pizza tiene de 40 a 49% de agua, por ejemplo.
El porcentaje de agua que se deriva de la comida que se consume depende del lugar en el que uno vive: en EE.UU. es 22%, en Grecia, donde la gente come más frutas y vegetales, es mucho más alto.
Así que el problema es la falta de evidencia que pruebe que tomar más agua hace alguna diferencia en la piel.
No se puede decir que tomar ocho vasos de agua al día definitivamente no funciona, pero no hay evidencia de que sí.
De manera que nos quedamos con la pregunta de cuánta agua debe uno tomar.
Como lo que sí es cierto es que depende del clima y de lo que usted esté haciendo, entonces hay una directriz interna muy buena que está al alcance de todos: la sed.
http://www.animalpolitico.com/2013/06/realmente-tomar-8-vasos-de-agua-al-dia-es-bueno-para-la-piel/#axzz2WOCdLyyE