Estela Ambriz Delgado
Ante la amenaza de la instalación de una empresa chilera en la localidad de Estación Wadley del municipio Real de Catorce, sus habitantes promueven una recaudación de firmas y fondos en la plataforma GoFundMe para poder costear abogados especializados en materia ambiental, entre otros gastos para trámites legales y administrativos de su denuncia.
Desde diciembre de 2024, algunos pobladores advirtieron que una persona de nombre Juan Coronado, comenzó a “vender” alrededor de 100 hectáreas de la zona poniente de Wadley, a empresas asociadas a la comercialización y cultivo intensivo de chile.
La instalación, argumentan los pobladores, se realizaría de manera irregular, ya que en la comunidad ha prevalecido una disputa de dos familias que dicen ser dueños de las tierras desde 1930, lo que ha dado margen a que algunos saquen provecho de la situación para hacer ventas y despojar a los habitantes de las tierras.
Los habitantes consideran que este despojo se debe a la intención de instalar una empresa chilera, lo que les genera gran preocupación debido a la escasez de agua en la zona y la sobreexplotación del acuífero, lo que se agravaría con las actividades de una empresa más de este tipo.
Por ello impulsan el acopio de recursos, a través de una petición en https://gofund.me/c017d605a titulada Defiende el agua y la biodiversidad de Estación Wadley: necesitamos tu apoyo legal.
En esta describen que en Estación Wadley, en la región sagrada de Wirikuta, que es el destino de la Ruta por los sitios sagrados que en julio fue inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), enfrentan una crisis que amenaza su tierra, cultura, y especies endémicas.
Asimismo, se hace mención de que la agroindustria intensiva de chile y tomate sobreexplota el acuífero Vanegas–Catorce (DR_2401), cuyo déficit es de -7.93658. Esto pone en riesgo no solo el agua de las comunidades de los municipios Vanegas, Catorce, Charcas, Cedral, Villa de Guadalupe y una pequeña porción de Santo Domingo; por lo tanto, la supervivencia de un ecosistema desértico único en el mundo.
En este sentido resaltan que existen especies endémicas como Hikury o Peyote (Lophophora williamsii), planta sagrada en peligro de extinción; cactus como Ariocarpus fissuratus, Mammillaria herrerae y la biznaga burra (Echinocactus platyacanthus).
Además del colibrí berilo mexicano (Amazilia beryllina) y cuitlacoche de Coahuila (Toxostoma curvirostre celsum); aves endémicas del desierto, serpiente cascabel del Altiplano (Crotalus scutulatus salvini) y lagartijas endémicas; así como murciélagos nectarívoros (Leptonycteris nivalis), polinizadores esenciales de cactus.
“Cada especie perdida significa un daño irreversible a la biodiversidad y al legado cultural y espiritual de los pueblos originarios. Necesitamos acción legal urgente. Hemos alzado la voz en redes y en Change.org, pero las firmas no detienen la destrucción”.
En el documento se detalla que cada donación servirá para contratar abogados especializados en derechos ambientales, y para cubrir costos legales y administrativos de la denuncia, por lo que ayudará a la defensa del agua, especies endémicas de flora y fauna, así como a preservar la riqueza cultural y espiritual de Estación Wadley y Wirikuta.