La directora del Instituto Potosino de la Juventud, Imelda Fabiola Salazar Martínez, reconoció su responsabilidad, y en general la del Estado como tal, por no haberles podido brindar las oportunidades a todos los jóvenes potosinos y que luego sucedan hechos como el del asesinato de una joven de 16 años de edad. Puntualizó que su dependencia debe trabajar más en el tema de acercarse a los jóvenes y no esperar que ellos acudan, ya que se debe evitar que les siga pareciendo más atractivo un trabajo ilegal o informal que hacerlo de manera formal. Dijo además que “son hechos lamentables que suceden por cuestiones que desafortunadamente la entidad y el país están viviendo; si bien el gobierno del estado está haciendo todo lo que se puede por mantener a la entidad lo más segura posible, al Inpojuve le toca la parte preventiva, de hecho se trata de una labor que se hace en conjunto con las autoridades de seguridad pública”. Asimismo, manifestó que “a nosotros nos toca todo lo que tenga que ver con los jóvenes del estado, pero necesitamos ayuda, necesitamos muchas manos, es evidente que la cuestión de la seguridad es un tema que se necesita seguir mejorando”. Salazar Martínez argumentó también que es por eso muy importante el tema de la bolsa de trabajo, ya que muchas veces la limitante es el recurso y por eso se van a actividades informales, sin embargo, aseveró que es por eso que el instituto está trabajando en las convocatorias para proyectos productivos, además de “seguir empujando” a través de las ferias del empleo. Finalmente, la funcionaria indicó que la única manera de evitar que los jóvenes se inmiscuyan en trabajos que no deben e incluso ilegales es presentándoles las consecuencias. “Hemos empezado a trabajar con testimonios de jóvenes que se han involucrado en la delincuencia y en las drogas y es sólo así como los chavos se sienten identificados y ya le piensan dos veces a la hora de verse tentados a entrarle a negocios fuera de la ley”.
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