Reconstrucción de mama, una alternativa tras el cáncer

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Enfrentar el cáncer de mama, las radiaciones, la quimioterapia y la pérdida de uno o los dos senos (mastectomía), es tan devastador que aún son mayoría las mujeres que tras ganarle la batalla, no se someten a un tratamiento para reconstruir su glándula. Muchas ignoran que es su derecho como pacientes. No pocas son desanimadas por familiares o amigos, señala Celina Kishi Sutto, responsable de la Clínica de Mama del Instituto Jalisciense de Cirugía Reconstructiva “Dr. José Guerrerosantos” (ICR) y fundadora de la asociación civil Decídete a Reconstruirte (DAR).

Desde el año 2003 ambas instancias brindan apoyo a sobrevivientes de esta enfermedad y promueven la reconstrucción mamaria. Para el ICR es un programa de alta prioridad. En doce años paulatinamente ha aumentado el número de pacientes que tras sufrir una mastectomía por cáncer de mama se someten a esta cirugía. El 2014 fueron sesenta mujeres atendidas en el ICR y en lo que va del 2015 suman ya 45. “Gracias a que hay una mayor difusión las pacientes saben que tienen esa oportunidad. Sigue habiendo poca referencia, pero creo que tenemos hoy más presencia en la sociedad, por lo menos realizamos dos o tres reconstrucciones por semana”, apuntó la especialista, quien reconoce una ardua tarea por hacer: Adalberto Gómez Rodríguez, director del Instituto Jalisciense de Cancerología, informó que el año pasado se registraron 500 nuevos casos de cáncer de mama y para este 2015 se estima superar los 600 nuevos casos. Por supuesto, no todos requerirán una mastectomía.

Cabe citar que algunas pacientes en tratamiento conjunto con el oncólogo, pueden realizarse la reconstrucción a la par que les extirpan la glándula mamaria, pero en el ICR se atienden específicamente a aquellas que deben esperar e incluso someterse después de la extirpación de la mama a otro tratamiento (quimioterapia, etcétera), por lo que la entrevistada señala que un requisito indispensable para ingresar al programa del Instituto es la autorización por escrito del oncólogo tratante.

A través de este programa el costo de la intervención en el ICR se establece con base en un estudio socioeconómico, por lo que atiende a mujeres de todos los estratos sociales. La fundación DAR brinda el acompañamiento emocional y gestiona apoyos con empresas benefactoras para aquellas pacientes que no pueden pagar el costo del material especial necesario para cada cirugía (mallas, implantes expansores, etcétera).

De la operación

“Desafortunadamente el impacto psicológico que representa para la paciente sufrir una mutilación de las mamas es muy grande. Eso ha favorecido que más cirujanos nos preocupemos por restaurar la apariencia física simulando una mama. Hay que entender que no es posible dejar una mama igual a la otra pero que hacemos todo el esfuerzo para hacer lo más simétrico”, afirmó Hiram Osiris González Gutiérrez, médico adscrito al ICR y presidente del Colegio y Sociedad de Cirujanos Plásticos, Estéticos y Reconstructivos de Jalisco (Cirplasjal).

La operación temprana o tardía depende del avance del tumor y la respuesta de la paciente al tratamiento. “Es el oncólogo quien debe decidir cuando ya puede reconstruirse y ahí entra el cirujano plástico”, explicó el especialista. Y las opciones de reconstrucción son varias: se puede realizar con tejido graso del abdomen de la paciente; combinarse tejido con materiales aloplásticos, es decir de naturaleza inerte (no orgánico) como los implantes; o puede ser solamente un implante. Todo en función de cada caso en particular. Dependerá por ejemplo, del daño que haya hecho la radiación (ésta produce quemaduras en la piel); y también de lo que la paciente desea respecto a su apariencia. Incluso se puede aumentar el tamaño de ambos senos, es decir, colocar un implante también a la mama sana.

Respecto a quienes son candidatas, destacó que todas las pacientes que tuvieron tumores hasta estadío III, es decir, que no hicieron metástasis a ganglios como la axila y otros órganos. Contundente, aclaró que deben ser pacientes con expectativa de vida no menor a dos años. “Entendemos que el impacto psicológico es igual de fuerte, pero la reconstrucción no está recomendada, porque su estado de salud no lo va a permitir”, dijo. Si padecen diabetes o hipertensión deben tener su enfermedad controlada. “Por eso tenemos que valorar muy bien a cada paciente”.

González Gutiérrez puntualizó que los cirujanos plásticos están entrenados en reconstrucción mamaria, pero recomendó acudir con aquellos que están certificados en la especialidad. Mencionó que como colegio médico, otorgan apoyos a través de campañas de actualización en la que expertos operan a pacientes del ICR y del IMSS. “Y nosotros vemos a profesores nacionales e internacionales y aprendemos de sus técnicas”, acotó, tras afirmar que la medicina y técnicas quirúrgicas se emplean en esta ciudad desde hace tiempo.

Celina Kishi comentó por su parte, que la reconstrucción mamaria puede requerir más de una cirugía, según el caso, para lograr la simetría de ambas mamas. Finalmente, pero muy importante es señalar el apoyo que se dan las mismas mujeres que pasaron por una mastectomía y se integran al grupo DAR, el cual sesiona el tercer jueves de cada mes en el auditorio del ICR, abordando diversos aspectos relacionados al cáncer de mama pero también de crecimiento personal. La entrada es libre.

Claves

¿Quiénes son candidatas?

La paciente que finalizó su tratamiento médico y tiene autorización escrita para su reconstrucción emitida por el oncólogo tratante.

No ser fumadora ó haber dejado de fumar al menos un mes antes.

No tener sobrepeso u obesidad. Con colesterol y triglicéridos dentro de la normalidad.

No ingerir vitamina E, aspirina, ginko biloba un mes previo a la cirugía.

Si padece alguna enfermedad, debe estar controlada (hipertensión, diabetes, etc.)

No padecer enfermedad mental que pueda afectar su recuperación.

Acudir libremente, sin coacción, a solicitar su reconstrucción.

Fuente: Milenio

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