Por El rebelde incomodo
Así nos encontramos, amigos y amigas, en el umbral de una realidad que parece bifurcada. Por un lado, nos encontramos con una administración que se ufana de recibir reconocimientos brillantes y, por el otro, tenemos una ciudad que clama, a gritos sordos, por una limpieza real, por una gestión transparente que no necesite esconderse detrás de escobas de platino para probar su valía.
Vayamos por partes, que la historia requiere que pongamos los números sobre la mesa. La administración actual, bajo la batuta del alcalde Enrique Galindo Ceballos, este viernes 1 de Septiembre se ha decidido renovar y expandir por otros 15 largos años el contrato con Red Recolector S.A. de C.V., una empresa que ha estado al mando del servicio de limpia de nuestra ciudad desde hace ya una larga temporada. Y mientras la concesionaria se engalana con premios y reconocimientos, la inversión pública parece desvanecerse en una neblina de ineficiencia.
En el transcurso de esta administración, el erario municipal ha desembolsado nada menos que 540 millones 988 mil 247.79 pesos en la gestión de la limpieza urbana. Un detallado desglose nos muestra pagos ascendentes a 104 millones 990 mil 18.81 pesos durante 2021, seguido por unos abrumadores 268 millones 153 mil 777.53 pesos en 2022, y 167 millones 844 mil 451.39 pesos tan solo en los primeros siete meses de este año. Cifras que, francamente, deberían traducirse en calles pulcras y servicios eficientes.
¿Pero qué vemos en la realidad? Un panorama donde, increíblemente, solo podemos contar 72 rutas de recolección en el mapa “San Luis Virtual”, una cifra que languidece en comparación con las aproximadamente 146 rutas que operaban antes de que se concediera este servicio a manos privadas. Este escenario nos deja con una interrogante enorme y persistente: ¿Dónde está, entonces, la mejora prometida?
No podemos olvidar que hace 15 años, se nos prometió una solución a una supuesta incapacidad económica y humana del Ayuntamiento para manejar eficazmente los servicios de aseo público. Se nos vendió la idea de un tercero que invertiría 122 millones de pesos para una solución integral del problema de la basura. Pero aquí estamos, 15 años después, preguntándonos dónde ha ido a parar esa solución, esa promesa de calles limpias y una ciudad resplandeciente.
Así que, mientras nos hablan de reconocimientos internacionales y aplausos de la sociedad civil, nos vemos en la necesidad de plantear una cuestión más terrenal, más palpable: ¿Estamos, realmente, recibiendo un servicio que justifique tal derrame de recursos públicos?
Pareciera que, en lugar de avanzar hacia una ciudad más limpia y organizada, estamos atrapados en un ciclo de renovaciones contractuales que no hacen más que perpetuar un sistema que no está funcionando como debería. Y mientras las escobas de platino relucen en oficinas distantes, las calles de San Luis Potosí nos cuentan una historia muy diferente, una historia que clama por un cambio real, por una gestión que se traduzca en resultados tangibles y no solo en premios y reconocimientos.
“¿No les parece curioso, amigos? Justo cuando pensábamos que la ciudad sería nuestra de nuevo, ¡zas!, que nos salen con que el show debe continuar… ¿Será que estamos en una telenovela sin fin donde los protagonistas tienen amnesia cada 15 años? ¡Ay nanita! Esperemos que esta ‘nueva temporada’ venga con un mejor guión, porque hasta el momento, parece que estamos atrapados en una comedia de errores que se recicla sola… ¡No olviden sintonizarnos en el próximo capítulo de ‘Las Aventuras de Red Recolector’! Asegúrense de tener suficiente palomitas, porque parece que esto va para largo.”