El RADAR
Por Jesús Aguilar.
La elección del poder judicial local en San Luis Potosí (SLP) se perfila como un proceso lleno de riesgos y desafíos.
Esta elección no será una elección tradicional, sino más bien una especie de referéndum judicial que pondrá a prueba la independencia y la imparcialidad del poder judicial.
Y también la nueva conciencia colectiva de participación ciudadana de un régimen que basa su supra poder en el pueblo pero que actúa de manera facciosa.
Uno de los riesgos más significativos es la politización del poder judicial.
La elección de jueces y magistrados por voto popular puede llevar a que los candidatos se vean obligados a hacer campaña y a buscar el apoyo de partidos políticos y grupos de interés y el tema es simple, son los que saben cómo funciona el tema.
¿Alguien ya se puso a pensar en que las elecciones se ganan con dinero y en muchos niveles con movilizaciones (que implican organización y dinero) y los que lo saben hacer son los partidos y sus padrinos?
Esto sin duda puede comprometer la independencia del poder judicial y llevar a que los jueces y magistrados se vean influenciados por intereses políticos y no por la ley .
Otro riesgo es la falta de experiencia y capacitación de los candidatos. La elección de jueces y magistrados por voto popular puede llevar a que se elijan candidatos que no tienen la experiencia y la capacitación necesarias para ocupar estos cargos.
Aún no conocemos a quienes querrán estar en la boleta tanto buscando su ratificación como los que MORENA y aliados manden de forma bruta.
Ahí se le viene otro rompecabezas a las bancadas “aliadas” en el Congreso.
El mal resultado latente es que termine en que se tomen decisiones judiciales que no sean justas y que no estén basadas en la ley.
La elección del poder judicial local en San Luis Potosí también ha generado una gran preocupación entre los jueces y magistrados que actualmente ocupan cargos en el poder judicial del estado. Muchos de ellos se enfrentan a la posibilidad de que sus carreras judiciales sean truncadas si se someten al proceso de elección popular, los que de plano ya prefieren tirar la toalla están negociando sus jubilaciones por adelantado pero hay una franja grande y jugosa por su talento y condiciones que estarán en una circunstancia muy complicada.
Además, muchos de los jueces y magistrados actuales han dedicado años de su vida a estudiar y prepararse para ser jueces. Han pasado por un proceso riguroso de selección y capacitación, y han demostrado su capacidad y experiencia en el ejercicio de su cargo. Sin embargo, al someterse al proceso de elección popular, se enfrentan a la clausura de sus posibilidades.
¿Alguien registró que va a pasar con las restricciones para los ex juzgadores en el ejercicio libre de su profesión?
Además, la elección del poder judicial local en SLP también puede verse afectada por la violencia y la inseguridad que azotan al estado.
Seguir negándolo es estúpido y contraproducente.
La falta de seguridad y la presencia de grupos delictivos pueden llevar a que los candidatos se vean obligados a hacer campaña en un entorno hostil y peligroso. Esto puede llevar a que se comprometa la integridad del proceso electoral y se ponga en riesgo la seguridad de los candidatos y de los electores.
¿Y el narco apá? ¿A poco no querrán ser padrinos de sus futuros juzgadores?
En conclusión, la elección del poder judicial local en SLP es un proceso lleno de riesgos y desafíos. Es importante que se tomen medidas para garantizar la independencia y la imparcialidad del poder judicial, y para asegurar que los candidatos tengan la experiencia y la capacitación necesarias para ocupar estos cargos. También es fundamental que se garantice la seguridad y la integridad del proceso electoral.
