En días pasados, con 275 votos a favor y con 223 en contra, la Cámara de Diputados votó la iniciativa relativa a la reforma eléctrica que el Presidente de la República propuso; sin embargo, al no alcanzar la mayoría calificada, o sea, al no contar con las dos terceras partes de los votos de las y los diputados federales, se desechó el proyecto de ley.
¿Qué buscaba esta iniciativa?
Modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, además de agregar una serie de artículos transitorios.
¿Cuál era su objetivo?
Derogar la reforma energética del 2013, propuesta por el expresidente de México Enrique Peña Nieto.
¿Por qué la quería cambiar?
Porque aduce López Obrador, la reforma del 2013 no beneficia al país ni a sus ciudadanos, pues según él, otorga mayores beneficios a las empresas particulares y extranjeras, que a las nacionales.
¿Qué se pretendía con esta reforma?
Se pretendía favorecer a las plantas estatales de generación eléctrica para ser autosuficientes y recortar las ventas de energía de proyectos privados que provienen del extranjero.
¿Qué pasaría si hubiera pasado la reforma?
Se afectarían las energías limpias que actualmente se consumen por muchas personas físicas y morales, ya que se vería limitada su generación y comercialización, aunque resulten más útiles y baratas para la población y el cuidado del medio ambiente.
¿Qué dijo el Presidente al respecto?
“Pase lo que pase ya estamos blindados contra la traición. Mañana lo vuelvo a explicar”. Con ello, el Presidente se refería a que, si la reforma energética no se aprobaba por la Cámara de Diputados, entonces reformaría la Ley de Minería para lograr con ello la privatización del litio y su extracción, producción y venta.
¿Por qué privatizar el litio?
Actualmente, el litio (también llamado como el oro blanco), se ha convertido en un mineral de gran importancia a nivel mundial, por su capacidad de reemplazar al petróleo y hace poco se descubrió que México cuenta con el yacimiento más grande del mundo, ubicado en el municipio de Bacadéhuachi, Sonora.
¿Para qué sirve el litio?
Sirve para la fabricación de baterías para teléfonos celulares, computadoras, autos eléctricos, dispositivos recargables y también en la industria militar, para las baterías que se usan en algunos misiles de defensa aérea.
¿Qué se pretende al privatizar el litio?
Que su explotación, exploración y aprovechamiento esté a cargo del Estado Mexicano y no de alguna empresa extranjera.
¿Vale la pena nacionalizar un recurso que no conocemos?
No creo, ya que es un material difícil de extraer, poco explorado y que requiere de un proceso costoso. De por sí, en los hidrocarburos nacionalizados seguimos dependiendo de tecnología extranjera.
Más bien hay que preguntarnos ¿cuál ha sido el antecedente histórico técnico, de lo que ha sucedido en México cuando hemos explotado otros hidrocarburos? O ¿estamos conformes y contentos con el manejo de PEMEX? ¿La creación de una nueva “LITIOMEX” nos podría llevar a un nuevo endeudamiento como país? ¿Será en beneficio de las y los Mexicanos o se prestará alguna corrupción en su operación?
Por Mauricio Purata