Durante una sesión de Cabildo celebrada el 10 de junio, la regidora Zally Alanís Izaguirre, del partido VIDA Nuevo León, presentó una iniciativa que causó mucha polémica: quiere sancionar a los dueños de perros cuyos ladridos sean tan fuertes que afecten la tranquilidad de los vecinos. Según dijo, esta propuesta nació por la cantidad de quejas que ha recibido de ciudadanos que no pueden dormir o vivir en paz por el ruido constante de algunos lomitos.
La iniciativa ha provocado reacciones encontradas, especialmente entre quienes tienen mascotas. Muchas personas expresaron su desacuerdo en redes sociales, pensando al principio que se trataba de una broma o noticia falsa, pero la propuesta es real y quedó registrada en video. Incluso la regidora comentó que no está en contra de los animales, sino que quiere crear conciencia entre los dueños para mejorar la convivencia urbana.
Según explicó Zally Alanís, hay casos como el de un menor cuya salud mental se vio afectada por los ladridos constantes de perros en su zona. Por eso, ella considera que esta situación debe tomarse con seriedad, ya que se trata de un problema cotidiano que afecta a muchas familias.
Para atender este problema, la regidora propuso dos cambios a la ley: primero, que se reconozca que los sonidos fuertes, como los ladridos, puedan ser motivo de denuncia y procedimiento cívico; y segundo, que este tipo de conducta sea considerada una falta administrativa. En caso de reincidencia, los dueños serían sancionados con multas y también podrían tener que asistir a cursos, además de entrenar a sus mascotas.
La regidora describió los ladridos como un tipo de “ruido excesivo, continuo y prolongado” causado por animales domésticos. Afirmó que esto puede afectar la salud mental y emocional de quienes viven cerca, por lo que considera urgente poner reglas claras para asegurar una mejor convivencia entre todos, incluyendo a los perritos.
La polémica sigue abierta: hay quienes creen que se debería dar prioridad a otras problemáticas, y otros que piensan que una medida así sí podría mejorar la calidad de vida en algunas colonias. ¿Tú qué piensas? ¿Es justo multar a los dueños de perros por ladridos o habría que buscar otra solución?
