Las taquerías en la capital potosina están enfrentando un grave problema debido a la escasez y el aumento de precio del limón, un ingrediente esencial en la cocina mexicana. La situación se ha agravado por la escasez de agua y la ola de calor que afecta a gran parte del país.
La intensa ola de calor ha provocado una disminución significativa en la producción de limones, afectando la disponibilidad y calidad de este producto en los mercados locales. El taquero del popular local “El Tío Alex” explicó la situación: “Son muy pocos los limones que llegan bien, me refiero a que son buenos para dar a los clientes, algunos están secos o llegan podridos por el calor que está haciendo”.
Actualmente, el precio del kilo de limón oscila entre 40 y 60 pesos, dependiendo del mercado o establecimiento. Sin embargo, la calidad del cítrico ha disminuido notablemente. Muchos limones llegan en mal estado, lo que impide que puedan ser utilizados en las taquerías. Esto no solo afecta a los comerciantes, sino también a los consumidores que buscan disfrutar de sus tacos con el tradicional toque de limón.
La escasez de limón y el aumento de su precio han obligado a las taquerías a ajustar sus operaciones. Algunas han tenido que racionar la cantidad de limón que ofrecen a sus clientes, mientras que otras han incrementado los precios de sus productos para compensar el costo adicional del insumo. Esta situación genera preocupación tanto entre los propietarios de taquerías como entre los clientes que frecuentan estos establecimientos.
Las autoridades y los productores agrícolas están buscando soluciones para mitigar los efectos de la ola de calor y la escasez de agua en la producción de limón. Mientras tanto, los comerciantes locales esperan que las condiciones mejoren para poder ofrecer nuevamente un producto de calidad a precios más accesibles.
En resumen, la combinación de la escasez de agua y las altas temperaturas ha generado una crisis en la disponibilidad de limón en San Luis Potosí, afectando tanto a las taquerías como a sus clientes. La situación continúa siendo monitoreada, y se espera que se implementen medidas para aliviar el impacto en el sector alimenticio local.