
Por: La Comadreja
¡Comadrejas y compadrejos, espabílense! Llegó la hora cuchi-cuchi, hoy con varios chismes tan gruesos como traviesos.
Bienvenidos a esta sacrosanta columna donde el que no cae en despecho, de pecho cae o por sus enaguas me aprovecho.
Primero me vuelvo loca de emoción de ver lo simpático que se volvió el circo San Luisino de la grilla loca. Todo sucedió en la sesión que tuvo el Congreso a media semana pasada en el Centro de Convenciones y en la puesta en escena hubo de todo, por tanto, tengo recados para muchos de los tristes protagonistas de la hecatombe moral que ahí se albergó.
A uno de plano le dicen “la magitel” del PRI, similares y conexos, y le dicen así porque se mete hasta la cocina para hacer el trabajo sucio, (por cierto desde hace mucho tiempo huele muy mal), adivinaron, es mi querido Jorgito Daniel Hernández Delgadillo quien ya está desesperado porque no acomoda bien ni las caguamas en el refri.
El fracaso que supone para la administración Carrerista el nuevo desdén para palomear entre los diputeibols a su entenado Felipe Aurelio Torres Jr. como paladín anti transas se le cayó (otra vez), y volvió a dejar las promesas del Marqués de Salinas del Río Pisuerga, mi amado matamorense favorito Alejandro Leal, (Kako pá los cuates), de aceitar las cuentas (privadas) de los legisladores con tal de lograr en el hijo del ex jefe cenecista consumar al “eliminador” de culpas, como una malograda anécdota. Ni los diputeibols, igual de transas que su contraparte de negociación, sienten que puedan llegarles al precio.
Además quisieron hacerles una caja china por un lado y alentar la guerra sucia contra Nava alentando a la pobrecita de mi fláis, la Tere Carrizales a ponerse de tapete, (otra vez) pero con la Gallardía, que sí supo cómo inflarle (otra vez) el “orgullo” para romper acuerdos que se habían tejido desde hace un buen tiempo y querer agarrar a mi niño dorado Sebastián Pérez como pretexto para sus dobles traiciones.
No se vale Teresita, ya cobraste demasiado derecho de “piso”, no tienes vocación de trapeador.
Pero regresando a los terrenos escondidos del Congreso, es hora de conocer a detalle qué pasó con la elección de mi reyecito cuchufláis Javiercito Delgado Sam, a quien la suerte y los adelantitos en pacas de 200 billetitos de a mil, le salvaron el pellejito casi como en circuncisión de procesión a la Judicatura. Resulta que después de que se sumaron de todos colores y sabores, mis amados diputeibols a la repartición del bolo, fue tanto el estrepitoso susto que sufrieron al ver que lo de Felipito Aurelito Torres Zúñiga no salía bien para la fiscalía anticorrupción que hasta fiesta hicieron cuando su periplo sí pasó.
Embebidos en el gozo, se armó la pachifiesta en casa de mi comaye Rebeca Pozos, con algunas de las diputadas más inn-dignas, como la Betty Benavente con chofer o sin chofer, mi amada Sonia Mendoza que sigue baile y baile su pasito duranguense y cuyo color favorito es el verde dólar y la chiquitica salerosa de la Paolita Arreola. También alcanzaron a divisar a Martíncito Juárez, que de “ciudadano” nomás le queda la INE y al lánguido junior cetemista Mauricio Ramírez (Al que nomás no se lw hizo participar de la bacanal fue a mi muñeco de Sololoy, Juan Paulo Almazán porque ya huele a podrido hasta en su tropa)..
Cuentan los que dotaron de bebidas espirituosas a este bacanal, que el único que no festejaba era Felipe Aurelio junior, al que ya apodan por el rumbo de la Ciudad Judicial “Lipillo”, porque tiene la “Fe” extraviada, pues por más esfuerzos que hacen todos sus padrinos, nomás no le sale, ni le va a salir el entuerto.
Pero no te preocupes querido “Lipillo”, si te quieren usar como gasolina blanca recuerda que a todos nos llega el maldito karma. Lo que han hecho tus promotores ni con Vanish doble ultra sale…
Por cierto, uno de los personajazos de nuestra fauna política local, mi papucho de papuchos, mi candidato único a Mr. Mamey, Juan Paulo Almazán Cué-razo de mi vi-da-za, se le sigue poniendo la cosa fea, y no la que ustedes se imaginan, golosas. El tema es que en sus tiempos de Papucho-todo-pode-roso, al frente del Supremo Tribunal, cuando sentía que con un pestañear de sus ojazos pispiretos podía mover cada hoja de cada expediente del poder judicial, le pidió a mi querido canchanchán Rodrigo Cano, muchachote decente que no decentón, que le ayudara a favorecer a algún entenado en su juzgado y como, por su integridad no le ayudó, pues después convenció a sus “incondicionales” magistrados a que no le validaran el exámen para ratificarse en su puesto. Rodrigo como buen hombre de leyes y no de mameyes, como mi papucho Almazán, hizo lo conducente y denunció la trastada que vuelve a tener al hijo pródigo del Valle del Mamado con miedo al éxito, porque de ser ratificado estaría seriamente comprometido. Ay mi rey santo, si te he venido diciendo que mejor des clases de Zumba con pesas en el 2000 y dejes la grilla judicial de lado, pero eres necio, ni porque te cancelaron lo del juicio político por tres pelos de rana calva entendiste, qué calamidad contigo y tus oscuranteces.
Ya para finalizar, se desató la locura de luna llena entre mis congéneres suspirantes a un huesito fácil dentro del PAN. Resulta que como todo parece indicar y el mentadísimo séptimo distrito local, el de los pipiris náis, el reino de los fifís o los que se creen tocados por la Vírgen y el Padre Peñalosa, es casi un mero trámite para llegar al Congreso, se relamen ya por lograr padrino varias, ahí tienen a mi comadrita chocolatera Adriana Marvely Costanzo, a la ocurrente Alejandrina Cedillo, de quien soy orgullosa marchante de calzoncillos y otras linduritas más. La verdad es que debo decir con verdad que ni a una la veo muy dulce para el puesto, ni a la otra la encuentro sexy para ésa trama, a la que sinceramente le voy por ser mucho más clara y fiel a la marca es a Marcelita Zapata, hija de mi Zorrito Plateado y siempre desencajado, Alejandro Zapata Perogordo; Marcelita a pesar de su apellido y su papá ya tiene credenciales para luchar por un espacio y buscar representar más dignamente al séptimo que al advenedizo grisáceo del diputado panista actual, con el que solo coincide en el primer apellido.
Para a los que ya la calentura pre electoral los tiene confundidos entre los síntomas del Covid y la impaciencia campañera, solo les recomiendo darse dos veces al día una tableta de Tentamitrozón con dos buches de agua de tlacote.
Hasta muy prontito comayes y compayes, me retiro a recostar el buche.
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