Explicar qué hay detrás de una pieza expuesta en un museo, todo el trabajo desde que se encuentran sus trozos en una zona arqueológica hasta que se coloca en una vitrina, es uno de los objetivos de una muestra inaugurada hoy en la capital mexicana.
“Descubriendo la historia no escrita. 25 años de arqueología en Tlatelolco” reúne 55 fotografías y textos sobre la labor de estos trabajadores que intentan darexplicación a la historia antigua a través de los restos.
El Centro Cultural Universitario Tlatelolco, en el corazón de la capital, alberga esta exposición que busca mostrar el trabajo de “más de 100 personas en estos 25 años”, entre excavadores, arqueólogos, estudiantes, restauradores, antropólogos físicos, técnicos de laboratorio, dijo a Efe la arqueóloga Lucía Sánchez.
“Es un trabajo que al final resulta solo en una pieza y nadie sabe que detrás hay cientos de personas”, afirmó Sánchez.
Esta muestra es un homenaje a todos aquellos que han participado durante estos años en la labor arqueológica, declaró a Efe la arqueóloga Claudia Nicolás.
Destacó la importancia de que se conozca el trabajo del arqueólogo “porque de alguna manera resalta la historia desde la época prehispánica hasta la colonia”.
La exposición, además, presenta al público 33 piezas nunca antes vistas de la cultura mexica encontradas en cuatro zonas de excavación, las cuales podrán verse hasta octubre próximo junto con otras rescatadas de la colección permanente del museo.
Entre las piezas nuevas que podrán verse están unas figuritas de mujeres decapitadas entregadas como ofrenda para pedir lluvia, así como un escudo parte de un mural del que fuera el Imperial Colegio de la Santa Cruz, sede del primer colegio de estudios superiores para indígenas.
También una vasija del dios Tláloc elaborada en madera y que está considerada como parte de las piezas de las ofrendas del Templo Mayor de Tlatelolco.
Además, por primera vez se expone uno de los cuerpos encontrados en una de las excavaciones, parte de un entierro multitudinario novohispano que apareció dentro de un templo prehispánico, una combinación de momentos históricos a la que los arqueólogos todavía están tratando de buscar explicación.
Fundada hacia 1338 por un grupo de mexicas, la ciudad prehispánica de Tlatelolco ocupó un lugar importante en la geografía mexica, gracias en parte a tener el mercado más importante del período prehispánico.
A la llegada de los españoles, fue el último punto de resistencia a la conquista española. Su caída se produjo el 13 de agosto de 1521, cuando el entonces gobernador Cuauhtémoc fue finalmente capturado y marcó el fin del más importante imperio mesoamericano.
La zona arqueológica fue descubierta hace casi 70 años y desde entonces han logrado procesarse y analizarse entre 4.000 y 5.000 piezas, además de miles de fragmentos, aunque todavía “hay muchas partes por explorar”, dijo la arqueóloga Sánchez.
Actualmente se están haciendo trabajos en lo que eran los barrios de Tlatelolco, los alrededores del centro ceremonial, aunque son zonas que “no siempre se pueden excavar”.
“Estamos en una ciudad y como todas las ciudades que tienen una secuencia histórica debajo de lo que nosotros vivimos, no todas las áreas se pueden quitar”, explicó.
La muestra está organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e irá acompañada de un catálogo denominado “Encuentro con el tiempo”.
http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/4097a31fc5d147cbed8253f06f8a2a8f