
Si bien el internet ha traído aportaciones positivas a nuestra vida diaria, también se ha convertido en una herramienta negativa en nuestra sociedad.
Esto, debido al surgimiento de los ya conocidos retos virales, o «Challenges» en los que la gente comparte en redes su triunfo o fracaso, sin embargo, algunos de estos retos van más allá de lo debido.
Menores de edad los más vulnerables a retos virales:
Recientemente, se dio a conocer el caso de un menor de 10 años que se quitó la vida al lanzarse del piso 11 del edificio donde vivía, al cumplir un desafío de “el reto de Jonathan Galindo”.
Esto ocurrió en Italia, donde antes de morir el menor confesó a sus padres su miedo por el «hombre de la capucha».
El reto consiste en cumplir cada uno de los desafíos que lanza un hombre con la apariencia del personaje de Disney, Goofy, el cual hace contacto con las víctimas en redes sociales.

Pero esta no es la primera vez que se da un caso similar, previamente en 2016 nació el “Momo Challenge”, el cual se extendió poco a poco debido a la protagonista que impulsa los retos.
Este reto consiste en que, después de ver la imagen de “Momo”, adoptada de la obra del artista japonés Keisuke Aiso, se tiene que enviar un texto, el cual envía una respuesta con distintos desafíos a través de redes sociales.
Asimismo, invita a los menores de edad y jóvenes a cometer actos de alto riesgo o bien el suicidio.
Este “challenge” cobró la vida de varios adolescentes en Estados Unidos, por lo que en México y otros países se emitieron alertas por parte de las autoridades para reforzar medidas de seguridad hacia los menores.

Para reemplazar a Momo, posteriormente llegó el Mono Espacial, reto que consiste en interrumpir el paso del oxígeno al cerebro a través de la autoasfixia.
Los practicantes de esta prueba, fueron estudiantes entre nueve y 16 años los cuales deben ahorcarse con una cuerda, un lazo, un cinturón, una corbata o una bufanda.
La falta de oxígeno en el cerebro, provoca un estado alucinógeno, parecido al que causa la ingesta de algunas drogas.
Otro de estos retos que se popularizó en México y cobró la vida de algunos menores de edad, es el Rompecráneos o bocas.
Los retos consisten en crear lesiones en la víctima, la diferencia es que en el rompecráneos el receptor debe estar de acuerdo; en tanto, el rompe bocas, se realiza espontáneamente a una persona.
En este último, dos participantes toman una bufanda o lazo para pasarla sobre la víctima y jalarla en cuanto la ponen sobre las piernas; esta acción genera una caída que podría causar lesiones en el rostro o cuerpo.
En 2015 las alertas ya se habían encendido en redes con el Reto de la Ballena Azul.
Este reto inició en Rusia, y se popularizó rápidamente en las redes, provocando la muerte de 130 personas.
Asimismo, muchos señalaron que tiene la característica particular de la especie marina, la cual se acerca por voluntad propia a las costas para morir.
Por ello, a lo largo de 50 días las personas que aceptan el reto deben ir cumpliendo los retos, que van subiendo de nivel y cuya prueba final es el suicidio.

Letra Roja
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