Hasta las tapas de registro en las llaves de paso de agua potable forman parte de los robos de todos los días en la avenida Venustiano Carranza, afectada como otras zonas del Centro Histórico por la delincuencia común.
Las tapas metálicas han desaparecido casi de la totalidad de los locales de comercios y servicios, viviendas y edificios en las banquetas de ambos lados.
Nadie sabe qué instante aprovecharon los ladrones para robarse todo lo que encuentran a su paso y consideran de valor para vender por kilo.
Por lo regular son piezas metálicas, de plástico o fibra de vidrio, tales como las cajas protectoras de los conmutadores de telefonía y servicios de fibra óptica, algunas piezas de herrería y hasta medidores de energía eléctrica.
En la banqueta del lado sur, en las proximidades de lo que fue la Librería de Cristal, se encuentra ya muy oxidada la base de un parquímetro, que dejó de tener utilidad cuando el aparato fue retirado tras creación de la ciclovía.
Algunos ladrones han sustraído de manera progresiva los medidores de agua potable, y el daño se aprecia con las medidas de emergencia que los propios vecinos han tomado, como colocar mangueras que les permitan el acceso al agua potable.
En algunos locales y casas viejas que han funcionado como áreas de servicios o tiendas, los ladrones no solo se llevan lo que encuentran adentro, sino que destrozan ventanas y puertas, reforzadas con medidas improvisadas por los dueños. Se aprecian algunas protegidas con palos y clavos.
Pulso