Por Luis Lauro Ramos Rodríguez @lauroramosr.
El rompimiento de la coalición PRI-PAN-PRD a nivel nacional y la evidente fractura entre PRI y PAN en San Luis Potosí están reconfigurando el panirama político de cara a las próximas elecciones. En este contexto, el alcalde capitalino, Enrique Galindo, y la lideresa estatal del PAN, Verónica Rodríguez, protagonizan un acercamiento que, más que una alianza ideológica, parece un pacto de conveniencia politica.
Enrique Galindo, de historia y afiliación todavía priista, ha tenido más de un desencuentro serio con la presidenta estatal de su partido, Sara Rocha Medina, quien incluso ya amenazó con su expulsión, esto sumado al grave debilitamiento que el PRI a nivel nacional ha sufrido, lo vuelven una opción cada vez menos atractiva no solamente para los electores, sino para todo aquel que pretenda contender por algo en el 2027. Lo que podría obligar a Galindo a buscar cabida en otro partido para mantener sus aspiraciones a la gubernatura de nuestro estado.
Aquí entra Acción Nacional, partido que, aunque un poco desgastado en San Luis Potosí, sigue siendo una opción más viable que el PRI para mantenerse competitivo.
Verónica Rodríguez, quien busca repetir su periodo como lideresa del PAN estatal, enfrenta sus propios retos pues los resultados electorales de 2021 no fueron los mejores, además que tiene sus filas divididas en facciones, sin embargo, la cercanía con Enrique Galindo le otorga legitimidad al proponer una opción competitiva para la gubernatura del 2027.
Además de esto, prácticamente le garantiza a Acción Nacional igualmente hacerse con la alcaldía capitalina en el próximo periodo, pues con una aprobación del 53.9% según Mitofsky, Enrique Galindo es uno de los ediles mejor evaluados de nuestro país, así fue durante los primeros tres años de su mandato y de mantenerse, aquel candidato o candidata que promueva su proyecto sucesorio tiene las condiciones dadas para ganar bajos las siglas de Acción Nacional.
Más allá de las estrategias, el acercamiento entre Galindo y Rodríguez es, en esencia, un acuerdo de supervivencia política. Galindo busca una plataforma viable para sus aspiraciones, y Rodríguez necesita a una figura que no solo respalde su liderazgo, sino que revitalice al PAN en el estado. De esta manera Galindo asegura su continuidad política, y Rodríguez fortalece su posición interna frente a otras facciones del partido.
El reto para ambos será capitalizar esta alianza sin caer en el riesgo de alienar a sus respectivas bases. El PAN deberá resolver sus divisiones internas mientras que Galindo tendrá que convencer de que su transición de priísta a panista es más que un movimiento oportunista.
En San Luis Potosí, la política se reinventa bajo la lógica de la conveniencia, y esta nueva alianza podría redefinir el panorama electoral en 2027. Lo que está por verse es si esta estrategia logrará consolidarse como un proyecto sólido o si, como otros romances políticos, termina siendo víctima de sus propias ambiciones.
Hasta la próxima semana.