Los ensayos clínicos podrían iniciar a finales de 2025 o principios de 2026; las pruebas preclínicas han demostrado eficacia en la supresión del crecimiento tumoral.
Científicos del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, en Rusia, trabajan en el desarrollo de vacunas personalizadas basadas en ARNm para tratar diversos tipos de cáncer, incluyendo pulmón, mama, páncreas y riñón. Según Alexander Gintsburg, director del centro, los ensayos clínicos podrían comenzar entre finales de este año 2025 y principios de 2026.
Progreso y planes en la investigación
La investigación preclínica de estas vacunas ha mostrado resultados prometedores al demostrar eficacia para suprimir el crecimiento de tumores en modelos experimentales. Actualmente, el equipo está centrado en los estudios preclínicos de melanoma y planea expandir su trabajo hacia otros tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón de células pequeñas, uno de los más letales.
Gintsburg explicó que, dependiendo de la financiación, también se realizarán estudios en animales para otros modelos de cáncer. Entre los primeros destinatarios de estas vacunas durante los ensayos clínicos podrían encontrarse pacientes con melanoma y cáncer de pulmón, debido a la gravedad y prevalencia de estas enfermedades.
Vacunas de ARNm: un enfoque innovador contra el cáncer
Estas vacunas personalizadas de ARNm representan una estrategia innovadora que permite que el sistema inmunológico ataque específicamente a las células tumorales, reduciendo el impacto en tejidos sanos. Este enfoque busca brindar terapias más eficaces y menos invasivas que los tratamientos tradicionales, como la quimioterapia.
¿Cuándo estarán disponibles para los pacientes?
A pesar de los avances, aún no hay una fecha definida para la disponibilidad comercial de estas vacunas, ya que los ensayos clínicos son un proceso largo y riguroso. Según Andrey Kaprin, director del Centro de Investigación Médica Radiológica del Ministerio de Salud de Rusia, los estudios preclínicos ya han concluido, pero todavía se requiere una evaluación exhaustiva en humanos para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento.
Esperanza para el futuro
Si los ensayos clínicos confirman los resultados positivos de las pruebas preclínicas, estas vacunas podrían representar un avance significativo en la lucha contra el cáncer. La investigación también abre la puerta para el desarrollo de tratamientos personalizados que se adapten a las necesidades específicas de cada paciente.