El expresidente ruso, Dmitri Medvédev, ha pedido represalias contra Ucrania después del asesinato en Moscú del teniente general Ígor Kirílov, jefe de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia. Medvédev destacó que los órganos de seguridad rusos deben localizar a los responsables en Kiev y tratar de “liquidarlos”, subrayando que los individuos involucrados son figuras políticas y militares importantes en Ucrania.
Medvédev también se refirió al atentado como un acto terrorista y señaló que es esencial castigar a quienes ordenaron el asesinato. Añadió que los órganos de seguridad rusos deben hacer todo lo posible para atrapar a los responsables en su país. Además, el jefe del Comité de Asuntos Internacionales, Leonid Slutski, expresó su confianza en que los culpables recibirán un castigo adecuado.
El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha anunciado que Rusia llevará el tema al Consejo de Seguridad el 20 de diciembre, buscando apoyo internacional y condena contra el atentado. El Kremlin ha evitado comentar públicamente sobre el asesinato hasta ahora.
El atentado ocurrió cuando Kirílov, de 54 años, salía de su domicilio acompañado por su ayudante. La explosión, que fue de una potencia equivalente a 300 gramos de trilita, fue lo suficientemente fuerte como para romper ventanas en las tres primeras plantas del edificio de viviendas en Moscú. Según los servicios de emergencia rusos, la bomba fue activada a distancia utilizando señales de radio. Kirílov había estado al frente de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia desde 2017 y había señalado repetidamente la presencia de “laboratorios biológicos estadounidenses” en Ucrania en sus declaraciones públicas.