Funcionarios de alto nivel de Rusia y Estados Unidos se reunirán este martes en Arabia Saudí para discutir la mejora de sus relaciones y la posibilidad de un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania. Esta será la reunión más significativa entre ambas naciones desde la invasión rusa en 2022, según informó el Kremlin.
Este encuentro marca un giro en la política exterior de Washington bajo la administración de Donald Trump, alejándose del aislamiento diplomático impuesto a Moscú en los últimos años. Además, se espera que la reunión allane el camino para un posible encuentro entre Trump y el presidente ruso, Vladímir Putin.
Sin embargo, la ausencia de Ucrania en estas negociaciones ha generado preocupación entre sus aliados. Francia convocó una reunión de emergencia con la Unión Europea y el Reino Unido para analizar la estrategia a seguir. Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, advirtió que su país no reconocerá ningún acuerdo en el que no participe directamente.
El Kremlin confirmó que su delegación estará encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, y el asesor de Putin, Yuri Ushakov. Por parte de EE.UU., participarán el secretario de Estado, Marco Rubio, el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, y el enviado especial Steve Witkoff.
Las conversaciones se centrarán en la restauración de los lazos entre ambas potencias y la planificación de un posible diálogo para resolver el conflicto en Ucrania. Sin embargo, el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, sugirió recientemente que la membresía de Ucrania en la OTAN es poco viable y que Kiev debería considerar ceder parte de su territorio ocupado por Rusia, aspectos que coinciden con las exigencias del Kremlin.
El presidente Trump, quien habló la semana pasada con Putin, aseguró que su homólogo ucraniano “estará involucrado” en el proceso, aunque sin dar mayores detalles. No obstante, Zelenskyy rechazó la validez de cualquier acuerdo alcanzado sin la participación de su gobierno.
Funcionarios europeos también han expresado su deseo de participar en las negociaciones, subrayando la importancia de que la UE tenga voz en cualquier proceso de paz. No obstante, Lavrov desestimó esa posibilidad, cuestionando el papel de Europa en la mesa de diálogo.
A medida que avanzan estas gestiones diplomáticas, el futuro de la guerra en Ucrania sigue en incertidumbre, mientras las potencias buscan una salida al conflicto sin la intervención directa de Kiev.