Con piezas de un set de LEGO veterinarios construyeron una silla de ruedas para Pedro, la tortuga, que perdió sus patas traseras
Louisiana.- Una tortuga sin patas traseraa fue salvada gracias a la creatividad de los médicos del Hospital de Veterinaria de la Universidad Estatal de Louisiana, en Baton Rouge, pues se les ocurrió la original idea de utilizar las ruedas de un set de LEGOpara construirle una silla de ruedas.
El afortunado reptil es “Pedro, la tortuga”, que al ser adoptado ya se encontraba discapacitado, pues le faltaba una pata trasera. Pero eso no fue impedimento para que se adaptara a su nuevo hogar, hasta que un día escapó.
Al tiempo regresó, y fue entonces que sus dueños se percataron de que en su travesía había terminado por perder la única pata trasera que le quedaba y le permitía desplazarse libremente. Sorprendentemente, había logrado regresar a acasa arrastrándose con solo con sus patas delanteras.
Pedro fue trasladado al hospital de la Universidad de Louisiana, donde el equipo de veterinarios, encabezado por el Dr. Mark Mitchell, lo atendieron de manera urgente y elaboraron un ingenioso plan para ayudarlo.
Sirviéndose de un par de ruedas de un set de piezas de LEGO, los médicos fabricaron una protésis y la adaptaron a la tortuga, sirviendo como una silla de ruedas que le permitiría desplazarse con facilidad.
Con la ayuda de todo un equipo, se dieron a la tarea de adaptar la idea a la medida de la tortuga.
“Teníamos que hacer que los ejes fueran lo suficientemente largos para que se ajustaran a su cuerpo. (…) Tuvimos que probar un par de cosas para que encajaran”, detalló el Dr. Rockwell.
Para lograr adherir las ruedas al cuerpo de Pedro, los veterinarios usaron una resina epoxi especial, la misma que se utiliza para adherir las herraduras a los caballos. Para mantener los ejes de las ruedas juntos, usaron agujas de una jeringa, así como algunas otras piezas de LEGO para hacerlas encajar.
Meet Pedro the . He’s rolling through life thanks to doctors and students at @LSUVetMed.
Finalmente, el esfuerzo dio su fruto, y el premio más grande fue ver a Pedro, la tortuga, desplazándose libremente con ayuda de su nueva silla de ruedas elaborada por el equipo de veterinarios.
La escuela de veterinarios puede ser difícil a veces, pero sentarme en el suelo con mis compañeros y mentores, todos riendo encantados mientras veíamos a Pedro por primera vez, ese fue un momento de pura alegría”, dijo una enfermera.
Con información de LSU Media Center.