Samara Martínez impulsa la Ley Trasciende: la lucha por una muerte digna en México

Desde su escritorio en una universidad de Chihuahua, Samara Martínez habla con serenidad sobre una decisión que pocos se atreven a enfrentar: poner fin a su vida de forma digna. A sus 30 años, padece varias enfermedades crónico-degenerativas y pasa hasta diez horas diarias conectada a una máquina de diálisis. “Nadie me puede obligar a seguir”, dice con firmeza, explicando que dejar el tratamiento sería una eutanasia pasiva, una muerte lenta y dolorosa que no está dispuesta a vivir.

Por eso impulsa la Ley Trasciende, una iniciativa que busca reconocer en México el derecho a la eutanasia activa. La propuesta contempla que las personas puedan decidir sobre el final de su vida, recibir acompañamiento médico y humano, evitar el sufrimiento innecesario y eliminar sanciones por homicidio por compasión. “Es tiempo de dejar de criminalizar la compasión”, afirma. La próxima semana presentará la iniciativa ante el Senado, respaldada por más de 118 mil firmas.

Samara no es política ni activista profesional, sino periodista y profesora universitaria. En 2019, comenzó a usar TikTok para compartir su vida con insuficiencia renal. Lo que empezó como un diario personal se transformó en un movimiento nacional. “Las redes sociales también sirven para cambiar al mundo”, dice con una sonrisa. Sus videos, vistos por cientos de miles, combinan humor, reflexión y una visión distinta sobre la muerte. “No es que me rendí —aclara—, solo entendí que la muerte no es enemiga; es parte del proceso”.

Decidir iniciar esta lucha no fue fácil. Habló con sus padres, quienes le respondieron: “Estamos contigo”. Desde entonces, Samara defiende que morir sin dolor también es una forma de amor propio. “Lo hago por respeto a mi cuerpo y porque me amo”, asegura. Rechaza la idea de dejar simplemente de atenderse, pues eso significaría morir entre agonía y sufrimiento. “No quiero morir intoxicada o ahogada por mi propio líquido; quiero una muerte digna”.

Actualmente, en México existe la Ley de Voluntad Anticipada, que permite rechazar tratamientos médicos para prolongar la vida artificialmente, pero Samara considera que no es suficiente. “Una mascota puede trascender dignamente, libre de dolor. ¿Por qué nosotros no?”, cuestiona.

Su causa se inspira en otros países de América Latina que ya han avanzado en el tema. Uruguay despenalizó la eutanasia por ley recientemente, mientras que Ecuador y Colombia la reconocen desde hace años mediante sentencias judiciales. “Voy a ser la persona que legalice la eutanasia en México”, dice convencida de que su propuesta marcará un precedente.

Samara tiene clara su visión del final. “Mi muerte perfecta sería frente al mar, al atardecer, rodeada de mi familia, con amor y sin dolor”, describe. Hasta que llegue ese momento, seguirá trabajando y hablando, porque —como repite en sus videos— “esta lucha me mantiene viva”.

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