El gobierno de Nuevo León, encabezado por Samuel García, otorgará en comodato un terreno estatal de 44,904 metros cuadrados para la construcción del nuevo estadio de los Tigres. El acuerdo, con un plazo inicial de 45 años prorrogables por 15 más, fue enviado al Congreso local para su ratificación como paso formal.
Samuel García destacó que el proyecto será 100% privado, sin usar recursos públicos, y que el gobierno actuará únicamente como facilitador.
El nuevo estadio tendrá una inversión aproximada de 8,200 millones de pesos (unos 320 millones de dólares) y una capacidad para 65,000 espectadores, convirtiéndose en uno de los recintos deportivos más modernos de América Latina. Además de albergar partidos de fútbol y NFL, contará con espacios comerciales, oficinas, zonas verdes y estacionamiento.
El reglamento establece que la construcción debe completarse en un máximo de cinco años; de no ser así, el terreno y las mejoras regresarán al Estado. El comodato puede extenderse hasta 60 años bajo ciertas condiciones aprobadas por el Congreso.
Aunque no se destinarán fondos públicos, el gobierno facilitará trámites y supervisará el uso del terreno y los plazos del proyecto.
El nuevo estadio generará hasta 2,000 empleos directos durante la obra y más de 3,000 durante su operación, además de 4,000 empleos indirectos. Se espera que el complejo impulse el desarrollo económico, turístico y deportivo en San Nicolás y áreas cercanas.
Entre los requisitos legales están evidenciar terrenos adicionales aportados por la UANL, entregar informes semestrales y cumplir con los plazos establecidos, bajo riesgo de cancelación del comodato si no se cumplen.
De avanzar conforme a lo planeado, el estadio estará listo antes del Mundial 2026 y fortalecerá la infraestructura deportiva y urbana de Nuevo León.
