Por Victoriano Martínez
“Vamos a tener una de las mejores policías de San Luis Potosí”, dijo el alcalde Enrique Galindo Ceballos, y agregó que es un compromiso hecho desde el primer minuto de su administración. Era la ceremonia del cambio de mandos policiacos a la media noche para garantizar que el derecho a la seguridad pública no se vea interrumpido.
“Un privilegio haber servido a #SanLuisPotosí, seguiremos en la lucha para evitar que la corrupción vuelva a afectar a las y los potosinos. ¡Gracias, juntos por siempre San Luis!”, se publicó en la cuenta de Facebook del Ayuntamiento justo a las 10 de la noche, dos horas antes de concluir el trienio.
No se menciona que son palabras del alcalde saliente, Xavier Nava Palacios, pero por la fotografía con que se acompaña el mensaje, el origen de la expresión queda claro.
Tanto el alcalde que se va como el que llega se exhiben tal cual son.
Quien durante gran parte del sexenio de Enrique Peña Nieto fue el primer policía del país presume que para la Dirección Seguridad Pública Municipal se trajo al potosino Juan Antonio de Jesús Villa Gutiérrez, con una trayectoria internacional. Conforme a su carrera, Galindo Ceballos habrá de dar prioridad a ese tema.
Quien deja el cargo, aprovecha su último día como alcalde para las despedidas “políticamente correctas”, pero también –lo que nunca estuvo ausente en todo su trienio– para un último toque de promoción personalizada.
“En la última jornada del #GobiernoDeAPie, el Alcalde, Xavier Nava supervisó y entregó obras por más de 136 millones de pesos en el norte de la Capital, entre las que destacan el Colector Pluvial que evitará inundaciones en El Saucito y colonias aledañas; así como la rehabilitación integral de la calle Pánfilo Natera, una de las de mayor flujo vehicular, lo que contribuirá a mejorar la movilidad en ese sector de la ciudad”, se publicó en punto de las 8 de la noche.
Tanto el mensaje dado en el cambio de mandos policíacos como la última información difundida por el trienio que termina, tras la clara intención de los protagonistas por proyectar la imagen que se han propuesto, no dejan de tener interés para la población, pero también muestran que se privilegia el interés personal sobre el general, especialmente por parte de los recién llegados.
Si bien el cambio de mandos desde el primer minuto del nuevo trienio tiene el objetivo de garantizar a los habitantes del municipio su derecho a la seguridad, el mismo tratamiento tendrían que tener todos los derechos que las autoridades deben atender de manera general.
A las cero horas del nuevo trienio, la imagen del anterior desapareció por completo. En el sitio Web oficial del Ayuntamiento toda la información disponible fue el logotipo que identificará al trienio de Galindo Ceballos, en el que desaparece el Cerro de San Pedro y San Luis Rey de Francia parece estar en primer plano en una larga avenida, con un cronómetro regresivo.
O desapareció el Cerro en el logo o hay un exceso de simplificación…
El hecho es que, así sea una de sus prioridades proyectar su imagen –presagio de continuidad en la promoción–, no se tomaron las previsiones para garantizar la continuidad en la garantía del derecho de acceso a la información pública de la ciudadanía.
¿Justifica el cambio de administración que se viole el derecho de acceso a la información pública, así sea por unas horas o el tiempo que les tome imponer su “nueva imagen” como pantalla de acceso a lo que deben difundir de oficio, y quien pretenda conocer esos datos tenga que esperar a que le quede muy claro que ahora son otros quienes le hacen “el favor” de permitirle consultarlos?
La ciudad tiene su escudo de armas y un reglamento para su uso. Debería bastar no sólo para evitar cambios de imágenes cada tres años, sino también el costo de volver a pintar y rotular cuanto espacio público o vehículo oficial consideren necesario marcar, cual si tuvieran una especie de instinto canino.
Desde que se privilegió la mercadotecnia política por encima de la convicción de rendir cuentas a la población, los logotipos de la administración en turno igualan a todas las autoridades como personajes inseguros cuyos egos exigen que la ciudadanía se dé cuenta de que sus acciones las encabezan ellos y casi es obligatorio estarles agradecidos.
Para quien esta madrugada consultó el sitio Web del Ayuntamiento, la historia de San Luis Potosí comenzó a escribirse a las cero horas del 1 de octubre de 2021. Su pasado “no existe” y su futuro es “prometedor”. Quizá en las próximas horas se recuperen sus recuerdos… hasta donde los nuevos administradores lo permitan.