Tiendas departamentales, como Sanborns, Palacio de Hierro y Liverpool, contribuyeron con la precariedad laboral de la industria de la moda en México, donde más de un millón de personas trabaja sin acceso a derechos laborales, denunció la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
A través del informe “La precariedad laboral está de moda”, la organización exhibe a la industria del calzado, el vestido y a las tiendas departamentales y supermercados que comercialización los productos y obtienen millones de pesos en ganancias, mientras que a un millón 18 mil trabajadores —de los que más de la mitad son mujeres— no se les respetan sus derechos laborales.
“En la industria, los salarios son insuficientes para mantener a una familia y la mitad de los trabajadores no tienen seguridad social, a pesar de contar con altos ingresos y cuantiosos gastos de publicidad para mejorar remuneraciones salariales y prestaciones”, mencionó Rogelio Gómez Hermosillo, Coordinador de Acción Ciudadana frente a la Pobreza, en la presentación del informe.
Otro dato que muestra la precariedad laboral en la industria de la moda en México es que 629 mil personas trabajaban hasta 2019 bajo la modalidad de subcontratación abusiva (outsourcing), con patrón sustituto para evadir el cumplimiento de derechos laborales, sobre todo en supermercados (85 por ciento del personal ocupado subcontratado), tiendas departamentales (52 por ciento) y otras medianas empresas (70 por ciento).
Para el análisis de la industria de la moda en México, Acción Ciudadana consideró dos grandes sectores: la manufactura y el comercio; es decir, producir y vender.
En la lista de las 500 empresas más importantes de México se ubican varias pertenecientes a la industria de la moda. La siguiente tabla muestra el ranking y volumen de ventas de la edición 2019, antes de la pandemia, de las 500 empresas más importantes de México de la revista Expansión.
Esta lista muestra que las grandes empresas de la industria de la moda en México corresponden a tiendas departamentales y supermercados; el sector manufacturero está mucho más diversificado y las marcas nacionales no llegan al “Top 500”.
“Las tiendas departamentales, donde el 52 por ciento de las personas estaban en outsourcing, esperamos que ya no, no son sólo cómplices, también son parte de la precariedad laboral de la industria de la moda en México que estudiamos, porque incluimos las unidades económicas de manufactura y de comercio”, dijo Rogelio Gómez Hermosillo.
El censo económico 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el dato más reciente, contabiliza 350 mil 580 unidades económicas (UE) en la industria de la moda. Al sector manufacturero corresponden 74 mil 803 y al sector comercio las restantes 275 mil 733. El subsector con mayor cantidad de unidades económicas es el comercio al menudeo, al que corresponden 260 mil 733.
La subcontratación abusiva ha quedado totalmente prohibida con la reforma legal aprobada en abril de 2021, la cual dio un plazo de seis meses de transición a partir de la creación del registro de empresas de subcontratación por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Hasta ahora, en la estadística general de ocupación aún no se refleja una mejora sustantiva en el conjunto de la fuerza de trabajo, al menos en contratación estable o afiliación al seguro social, por ello, mientras no haya nuevos datos específicos sobre la subcontratación abusiva, la preocupación de las organizaciones por este modelo de negocios es vigente, pues llegó a representar la tercera parte del personal ocupado en la industria de la moda (32 por ciento).
“Esto significa que grandes cadenas de tiendas departamentales y supermercados de gran prestigio, así como un conjunto importante de medianas empresas, carecían totalmente de personal contratado bajo su propia razón social, evadiendo múltiples derechos laborales y maximizando ganancias a costa de sus trabajadores”, destacó Acción Ciudadana en su informe.
Sobre este estudio, que evidencia la precariedad laboral en la industria de la moda en México, la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) informó que en los próximos días fijara una postura al respecto. SinEmbargo buscó a Sears, una de las tiendas departamentales mencionadas en el estudio, pero al cierre de esta edición no obtuvo respuesta.
En 2021, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi contabilizó 2 millones 821 mil personas ocupadas en las ramas vinculadas a la industria de la moda. De ellas, 957 mil corresponden al sector manufacturero, 1 millón 19 mil al sector de comercio al mayoreo y menudeo, y 845 mil a las cadenas de tiendas departamentales y supermercados.
La “Iniciativa Arropa”, que agrupa a más de 30 organizaciones civiles en todo el país, promueve los derechos laborales en la industria textil, de la ropa y el calzado en México.
La agenda de trabajo digno que las organizaciones proponen en la industria de la moda se centra en:
–Verificar la erradicación de la subcontratación abusiva a través del acompañamiento de la STPS.
–Incrementar los salarios más bajos a 8 mil 100 mínimo y cumplir con la afiliación obligatoria de todo el personal al IMSS para eliminar a más tardar en diciembre de 2022.
–Adoptar planes con metas verificables de mejora de las remuneraciones, de las prestaciones, de la estabilidad laboral y creación de medios para la negociación colectiva.
–Garantizar pago inmediato de grandes y medianas empresas a las micro y pequeñas.
–Abolir el trabajo infantil y las formas modernas de esclavitud o trabajo denigrante en cualquier eslabón de la cadena de valor.
–Impulsar acciones de inclusión laboral sin discriminación especialmente para jóvenes y mujeres.
Acción Ciudadana también exhibió cómo la industria de la moda en México gasta seis veces más en publicidad que en prestaciones laborales, por ello, pidió a las empresas vinculadas al mundo de la moda, como Sears, Liverpool o Palacio de Hierro, adoptar la agenda de trabajo digno como única forma de contratación válida en toda su cadena de valor. “Aspiramos a que el diálogo permita construir acuerdos en planes de mejora con metas verificables”.
También invitó a todas las personas a promover un consumo más responsable de prendas de vestir, calzado y accesorios. “Les invitamos a unirse a la exigencia a las marcas y empresas para que asuman una auténtica responsabilidad social con cumplimiento pleno de derechos laborales conforme a los estándares de derechos humanos y con medidas para evitar la contaminación que producen con la moda efímera”, pidió.
Sin Embargo
