El acuerdo alcanzado entre el Kremlin y el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que puso fin a la rebelión armada de 24 horas de los mercenarios, tiene aún muchas incógnitas, pero se da por hecho la desaparición, al menos en Rusia y Ucrania, de esta empresa militar privada con tentáculos en África y Oriente.
Estas son las claves que se conocen en estos momentos.
¿Dónde está el jefe del Grupo Wagner?
Desde que fuera fotografiado y filmado en su vehículo abandonando la ciudad de Rostov del Don tras tomarla con sus hombres durante 24 horas, no se ha vuelto a saber nada de él. Tampoco su servicio de prensa de otra empresa suya, Concord, ha sabido nada de él.
El domingo indicó a la cadena de televisión internacional en idioma ruso RTVI que su jefe “aún no está en contacto” y que “responderá a preguntas cuando esté en (una situación en que pueda establecer una) comunicación normal”.
El acuerdo alcanzado entre el Kremlin y él bajo mediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, establece que Prigozhin se irá al exilio en Bielorrusia sin ser perseguido penalmente por organizar la rebelión armada, según reveló el Kremlin.
No obstante, el caso abierto el viernes por la noche por la Fiscalía General de Rusia bajo el artículo 279 del Código Penal -que prevé una condena de entre 12 y 20 años de prisión– aún sigue abierto, según el diario Kommersant.
¿Dónde están los mercenarios?
Se desconoce en estos momentos dónde se encuentran los mercenarios que se sublevaron. Prigozhin únicamente anunció el sábado que se retiraban “a sus bases” y puntos de despliegue, muchos de los cuales hasta ahora se encontraban en Ucrania.
El acuerdo con el Kremlin garantiza que no serán tampoco perseguidos por la justicia rusa. Los mercenarios que no participaron “directamente” en la sublevación podrán firmar contratos con el Ministerio ruso de Defensa, con lo que se subordinarán al mando del ministro, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov.
¿No habían pedido los mercenarios la cabeza de la cúpula militar?
Sí, Prigozhin había dicho que no se entregaría hasta que no “tuviera en su poder” a Shoigú y Guerásimov, a quienes hace responsable del “caos” en Ucrania y de la muerte de unos “100 mil soldados rusos” en el frente por su falta de liderazgo.
El enfrentamiento entre el jefe de Wagner y el mando militar llevaba meses subiendo de tensión, pero ‘la gota que colmó el vaso’ fue el supuesto ataque con misiles por parte de las fuerzas rusas contra un campamento de los mercenarios en la retaguardia en Ucrania.
Ahora muchos analistas y blogueros militares ahora se preguntan si el acuerdo alcanzado entre el Kremlin y Wagner desembocará en los próximos días en la destitución de Shoigú o de Guerásimov.
Que se sepa hasta el momento Shoigú se mantiene en el puesto. La visita que hizo al frente que publicitó este lunes su ministerio quiere transmitir este mensaje, si bien en realidad se desconoce si el viaje lo hizo antes o después del motín de los mercenarios.
¿Qué ganan los mercenarios con este acuerdo?
Por lo pronto han salvado su vida y su futuro profesional sin tener que pasar hasta 20 años entre rejas.¿Qué gana el Kremlin? Además de abortar una sublevación con consecuencias imprevisibles para la estructura del poder y para la seguridad de los ciudadanos, el president Putin y Shoigú han conseguido doblegar a los wagneritas, el grupo armado fuera de la ley más poderoso y peligroso, y obligarles a subordinarse a la Defensa.
En junio ordenaron que todas las unidades “voluntarias” de Rusia debían firmar contratos con el ministerio hasta el 1 de julio, algo a lo que se había negado rotundamente Prigozhin.
Además, Vladimir Putin ha “desarmado”a una persona que inició una lucha entre poderes y que cada vez le desafiaba más, pese a no haber reconocido nunca ambiciones políticas.
¿Qué significa el acuerdo para el futuro de los mercenarios?
Que el Grupo Wagner como tal quedará desmantelado, al menos en Rusia y Ucrania, donde ha estado presente cuando estalló el conflicto en el Donbás en 2014 y de nuevo en la actual guerra en este país iniciada por Rusia en febrero de 2022.
El sábado se bloquearon varias redes sociales de los mercenarios en VKontakte, el ‘Facebook ruso’; se desmantelaron vallas publicitarias que había por toda Rusia para reclutar a combatientes, y se eliminaron sus productos de mercadotecnia de comercios electrónicos.
Las empresas militares privadas son ilegales en Rusia, aunque a raíz de la guerra en Ucrania hayan surgido otras en el país, pero actuaban en la sombra como bazo armado del Kremlin en el exterior.
El Financiero