A cuatro meses de iniciado el sexenio, ya hay diagnóstico de la situación actual del Instituto Mexicano del Seguro Social. De acuerdo con su director general, Germán Martínez Cázares sí se tienen que revisar las compras públicas y sí hay abandono de hospitales, pero es el pago de las cuotas obrero-patronales las que más daño han ocasionado tanto a la recaudación del instituto como a la calidad de vida y goce de derechos de las y los trabajadores en todo el país.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene actualmente 7 mil actos de revisión a empresas que no han cumplido de manera reglamentaria con el pago de sus cuotas obrero-patronales y han omitido la inscripción salarial de las y los trabajadores.
A las empresas en México se les ha permitido registrar a sus empleados ante el IMSS con un salario mucho menor al que reciben, ya que se traduce en menores aportaciones tanto para su seguro como para su crédito en el Instituto del Fondo Nacional de Vivienda (Infonavit) y para su pensión.
A cuatro meses de haber llegado a la oficina mayor del Instituto Mexicano del Seguro Social, Germán Martínez Cázares ve ahí el problema mayor de corrupción que permea en la calidad del servicio y en el goce de derechos de los trabajadores.
“Estimo que en México se han hecho fortunas de manera indebida, injusta e inhumana con el esfuerzo de muchos trabajadores; se subestimaron las cuotas obrero-patronales injustamente. Y luego no se dio para la vejez una pensión digna o un crédito Infonavit que correspondía, porque ese también se da a partir de las cuotas que se declaran al IMSS […] Es una cadena de privilegios, de huachicoleo de cuotas obrero-patronales y eso se debe acabar. Es el fruto del trabajo del trabajador, que no debe estarlo tomando alguien a quien no le corresponda”, comentó en entrevista con SinEmbargo.
Todos los problemas por los que actualmente atraviesa el IMSS pueden tener como origen este “permiso” dado a las empresas, porque si como dijo recientemente el Presidente Andrés Manuel López Obrador que en tres años en México habría un servicio de salud como el de Canadá, Martínez Cázares asegura que en efecto se puede, pero que se necesita dinero.
“No se puede hacer sin dinero, Canadá cobra y nosotros, sin aumentar impuestos, cobraremos lo justo y se puede tener un IMSS eficiente, cobrando lo que se debe. Sin privilegios, sin excepciones, sin hacerse de la vista gorda en el cobro de las cuotas obrero-patronales”, agregó.
En su análisis del problema, el abogado sostuvo que este esquema se permitió y se fue dejando a lo largo del tiempo, que hubo excepciones y privilegios cuando la data del IMSS exhibe a las las empresas que no pagan.
“El IMSS es muy bueno para determinar, incluso tenemos más datos que el SAT y sabemos exactamente el número de trabajadores de las empresas y conocemos los registros patronales, un esquema de vigilancia mayor y fortaleceremos nuestra comunicación con el SAT y con el Infonavit para fortalecer nuestra recaudación. El problema es cuando se empiezan a hacer excepciones y en ese sentido se acabaron los privilegios en el IMSS, no veo yo quién es el que contribuye, veo cuántos son y cuánto pagan y si está subestimando se le manda una carta invitación y se sigue en todo un proceso de revisión”, comentó.
Sobre esta lista de 7 mil actos de revisión que tiene en sus manos el IMSS, dijo que no puede hacer pública la lista, pero que si hay casos de resistencia, se podrían iniciar procesos legales en la Fiscalía General de la República (FGR).
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene actualmente 7 mil actos de revisión a empresas que no han cumplido de manera reglamentaria con el pago de sus cuotas obrero-patronales y han omitido la inscripción salarial de las y los trabajadores.
A las empresas en México se les ha permitido registrar a sus empleados ante el IMSS con un salario mucho menor al que reciben, ya que se traduce en menores aportaciones tanto para su seguro como para su crédito en el Instituto del Fondo Nacional de Vivienda (Infonavit) y para su pensión.
A cuatro meses de haber llegado a la oficina mayor del Instituto Mexicano del Seguro Social, Germán Martínez Cázares ve ahí el problema mayor de corrupción que permea en la calidad del servicio y en el goce de derechos de los trabajadores.
“Estimo que en México se han hecho fortunas de manera indebida, injusta e inhumana con el esfuerzo de muchos trabajadores; se subestimaron las cuotas obrero-patronales injustamente. Y luego no se dio para la vejez una pensión digna o un crédito Infonavit que correspondía, porque ese también se da a partir de las cuotas que se declaran al IMSS […] Es una cadena de privilegios, de huachicoleo de cuotas obrero-patronales y eso se debe acabar. Es el fruto del trabajo del trabajador, que no debe estarlo tomando alguien a quien no le corresponda”, comentó en entrevista con SinEmbargo.
Todos los problemas por los que actualmente atraviesa el IMSS pueden tener como origen este “permiso” dado a las empresas, porque si como dijo recientemente el Presidente Andrés Manuel López Obrador que en tres años en México habría un servicio de salud como el de Canadá, Martínez Cázares asegura que en efecto se puede, pero que se necesita dinero.
“No se puede hacer sin dinero, Canadá cobra y nosotros, sin aumentar impuestos, cobraremos lo justo y se puede tener un IMSS eficiente, cobrando lo que se debe. Sin privilegios, sin excepciones, sin hacerse de la vista gorda en el cobro de las cuotas obrero-patronales”, agregó.
En su análisis del problema, el abogado sostuvo que este esquema se permitió y se fue dejando a lo largo del tiempo, que hubo excepciones y privilegios cuando la data del IMSS exhibe a las las empresas que no pagan.
“El IMSS es muy bueno para determinar, incluso tenemos más datos que el SAT y sabemos exactamente el número de trabajadores de las empresas y conocemos los registros patronales, un esquema de vigilancia mayor y fortaleceremos nuestra comunicación con el SAT y con el Infonavit para fortalecer nuestra recaudación. El problema es cuando se empiezan a hacer excepciones y en ese sentido se acabaron los privilegios en el IMSS, no veo yo quién es el que contribuye, veo cuántos son y cuánto pagan y si está subestimando se le manda una carta invitación y se sigue en todo un proceso de revisión”, comentó.
Sobre esta lista de 7 mil actos de revisión que tiene en sus manos el IMSS, dijo que no puede hacer pública la lista, pero que si hay casos de resistencia, se podrían iniciar procesos legales en la Fiscalía General de la República (FGR).
LA REALIDAD DEL IMSS
–¿Cuáles el diagnostico a cuatro meses?
–Esta es una gran institución que cumple 76 años. Ha rendido frutos y tiene unos retos enormes. Hay un superávit para garantizar los próximos años las pensiones. En ese sentido el IMSS no tiene alarma para los próximos años; para hacerla sustentable a largo plazo sí hay una gran alarma. En materia de servicios, muchos hospitales están en ruinas. El gasto de operación no se ejerció y aquí no gastar para tener unas finanzas sanas en materia de operación de hospitales, sinceramente es criminal. No se puede tener superávit en al caja financiera y pacientes en la lista de espera; no se pueden tener quirófanos vacíos y finanzas sanas. Son dos conceptos distintos: pensiones a corto plazo sin problema. Pensiones a largo plazo, sí hay un problema.
Sobre los servicios de salud, hay unos muy buenos, al nivel o mejor que los privados y hay otros, literalmente en ruinas. Todos los de la zona del sismo de hace dos años en Cuautla, Puebla, Ecatepec, Iztapalapa y Troncoso. Esos hospitales están en ruinas y en un proceso largo y tortuoso para cobrar los seguros, demolerlos y volver a construirlos. Hay un hospital, que es el de Convalecientes en Centro Médico, un hospital grandísimo en ruinas, lastimado desde el temblor de 1985. Ahí está, con nidos de ratas, de gatos, con basura, con infección sanitaria. Ahí, dentro del Centro Médico Siglo XXI, ícono de la salud en América Latina. Así de descuidada está la infraestructura, por eso finanzas sanas y hospitales enfermos no es una buena ecuación y es lo que encontré.
–¿Por qué persisten esas condiciones por años? ¿Qué lo permite?
Ha habido un descuido, una falta de atención, hay inercias burocráticas, control de gasto innecesario.
–Independientemente de la crisis que dejaron los sismos de 2017, ¿cuáles son las entidades del país en los que ha notado más crisis?
–Fundamentalmente son los del centro del país, es una crisis hospitalaria, de capacidad, de infraestructura, de saturación de hospitales, el de Cuernavaca, Ciudad de México por la clínica 25 de Iztapalapa, la de Tlalnepantla que es una vergüenza y otros hospitales que necesitan remodelación y conservación; hay algunas unidades de neonatología que han dado muchos dolores de cabeza en Culiacán y tenemos también problemas en el sur del país. Pero también tenemos muy buenos hospitales, estamos hablando de inmuebles. He encontrado lo mejor del IMSS que es su capital humano, los médicos, las doctoras, las enfermeras. Hay mucha generosidad de trabajadores del IMSS que lo mantienen de pie.
Y que han pagado de algún modo la molestia que en ocasiones genera la mala atención o los malos servicios.
–Sí, recae en ellos y por eso lo que quiero es generarles condiciones de trabajo mejores, más dignas y para exigirles más cercanía, trato humano, sensibilidad al paciente. El personal del IMSS, de enfermería, el administrativo, tiene una riqueza que hay que cuidar.
–¿Qué papel ha jugado la corrupción en todo este abandono de la infraestructura y del servicio?
–La respuesta a esa pregunta no es la que todo mundo espera: la principal corrupción no está en las compras, está en el cobro de las cuotas obrero-patronales. No se cobran las cuotas de manera justa. La principal corrupción es la subvaluación, el subpago, la subestimación de las cuotas obrero-patronales. Aquí las listas de espera, los inmuebles que se han construido, los transplantes que no se hacen, las vacunas que faltan, las medicinas que faltan es porque hace falta dinero.
Es inhumano que después de 30 años de trabajar en una empresa, una persona venga a cobrarnos una pensión pensando que se le otorgará una por el salario que recibía y no, recibe la pensión del salario que el patrón declaraba al IMSS, que era menor. En el SAT se declara un salario mayor y en el IMSS, del mismo trabajador, un salario menor. Eso es corrupción y esa es la mayor que yo he encontrado en el IMSS. No desdeño la de las compras, el robo de medicinas, las incapacidades que luego paga el IMSS y que son mayores a las que en realidad necesita el paciente porque también es corrupción, pero la verdad es el ejercicio que el IMSS realiza se ve afectado porque no se cobran justamente las cuotas obrero-patronales. Hemos iniciado un proceso de revisión a fondo de cómo se estiman, se calculan y se pagan las cuotas del IMSS.
–Que ese sea el factor más importante de corrupción, implica que hubo una cadena que permitió que eso se pudiera hacer.
–Una cadena de privilegios, de huachicoleo de cuotas obrero-patronales y eso se debe acabar. Es el fruto del trabajo del trabajador, que no debe estarlo tomando alguien a quien no le corresponda. Yo estimo que en México se han hecho fortunas de manera indebida, injusta e inhumana con el esfuerzo de muchos trabajadores y se subestimaron las cuotas obrero-patronales injustamente. Y luego no se dio para la vejez una pensión digna o un crédito Infonavit que correspondía, porque ese también se da a partir de las cuotas que se declaran al IMSS. Eso es algo de lo que yo encuentro más grave y de lo que quiero hacer visible porque de eso no se hablaba. Las compras me preocupan, pero tenemos ya la solución en las compras consolidadas.
–¿Prevé resistencias para acabar con este mal manejo de las cuotas obrero-patronales?
–Preveo que haremos un cobro inteligente, coordinado tanto con el Infonavit como con el SAT, vamos a ver si podremos modificar las leyes del IMSS para, sin aumentar impuestos, fortalecer la capacidad económico coactiva del IMSS y que se cobren justamente las cuotas.
–Sobre las cifras de empleos generados. Parece que en un momento aumentaron los registros y se presentaron como empleos, impactando en esa cifra e incluso en las cifras de pobreza. ¿Qué estará haciendo el IMSS en el manejo y presentación de las cifras?
–Nosotros estamos generando el reporte mensual como es tradición en el IMSS. Lo hacemos de manera transparente. La formalización del empleo, lo que nosotros buscamos, no es tanto el número de trabajadores, sino que se reporte el salario que cada trabajador gana realmente ante el IMSS, esa es la verdadera formalización del empleo, no los 5 millones o 10 millones de trabajadores, sino que esos trabajadores coticen al IMSS lo que realmente ganan. Eso le interesa al mundo empresarial, a don Carlos Salazar que es el nuevo presidente del CCE. Eso tiene que ver con justicia, con equidad y en ese sentido a mi me interesa más la formalización real de los salarios de quienes ya están inscritos en el IMSS que el número total de los trabajadores, pero nosotros estamos reportando mes con mes como se venía reportando sin subestimar, sin sobrestimar.
–Organizaciones civiles han señalado que el programa piloto reposa en la buena voluntad de las personas, que voluntariamente vayan a registrar a sus trabajadoras. Ahora también con este tema de las cuotas, ¿cree en la política basada en la buena voluntad?
–El régimen de trabajo doméstico, es voluntario en el régimen del IMSS. Lo que la Corte dijo es que tiene que ser obligatorio como cualquier trabajo en fábrica o cualquier centro de producción. Para llevarlo al régimen obligatorio se necesita modificar la ley y la Corte quiso que se hiciera un trabajo piloto, que es un ensayo que está abierto a la crítica. Al final, el IMSS mandará una iniciativa de ley, después de 18 meses, a la SCJN para que ese trabajo en el hogar sea obligatorio. Al día de hoy, después de poco dos semanas, tenemos más de mil 500 mujeres inscritas en el programa, con todos los derechos del Seguro Social. En todos los años anteriores, solo había 3 mil 600 mujeres, la mayoría, inscritas en el régimen voluntario. En dos semanas llevamos más de la mitad.
Este mes, abril, es un mes malo por Semana Santa. Nosotros vamos a mantener constante el esfuerzo para que se afilien. Hoy por hoy, sí es de conciencia, sí es voluntario, de un compromiso de justicia que nos debe animar a los mexicanos frente al trabajo en el hogar. Pero en 18 meses será obligatorio, pero ahorita no queremos hacerlo punitivo, con sanciones, sino por convicción, por voluntad y de compromiso hacia la decencia de ese trabajo en el que hay discriminación, racismo y en muchos casos humillante y esclavizante. Vamos bien en el programa piloto, lo debemos cuidar y será obligatorio cuando se modifique la ley, así lo dictó la Corte, pero quienes se inscriban en los primeros días de abril, el 1 de mayo, ya puede acceder a nuestros servicios.
Hay quien ha mentido de manera muy triste, diciendo que es mejor comprar un seguro privado que venir al IMSS, porque en los seguros privados no admiten o limitan la persistencia de enfermedades, limitan el número de familiares, la pensión, la jubilación, guarderías, centros de vacaciones que nosotros tenemos, con todas las deficiencias que quieras, pero no le limitaremos a la trabajadora del hogar como limitan los seguros privados. Y es para toda la familia, con todos los derechos que tiene un trabajador asegurado. Tenemos velatorios. No hay ningún seguro privado que no tenga límites, el IMSS no. El de las trabajadoras del hogar es un trabajo digno y es un ejercicio igualador que el IMSS está realizando con convicción y se va a defender es una lucha por la dignidad en el trabajo en el hogar. No se les puede fallar en el compromiso de estas mujeres que ayudan para que otras familias se realicen plenamente en la vida diaria. Es una de las desigualdades más cercanas y más visibles que no estábamos atendiendo.
–Sobre los medicamentos, ¿hay desabasto en el IMSS?
–Muy poco, al contrario, la SSa nos pide que le ayudemos. Tenemos los contratos y espero que no haya el próximo año; hacemos nuestra lista de requerimientos y estamos en la comisión negociadora de precios. Estamos atendiendo a las normas que dicta la Secretaría de Hacienda en el sentido de la compra de medicamentos y el IMSS atenderá todas las directrices. Este año, con los contratos como están, abiertos y en ejercicio, no tenemos alarmas de abasto, hay sistemas para préstamo y no tenemos reporte de un desabasto generalizado y alarmante de alguna sustancia o medicina.
–Sobre las compras. Tenemos el dato de que en el IMSS cuatro empresas concentran los contratos. Se ha dicho que es falta de competencia y la especialización del mercado, pero en el nuevo gobierno se ha dicho que no se utilizarían las licitaciones restringidas, sin embargo se ha comprado así. ¿Qué hará el IMSS?
–El principio que seguirá el IMSS es el de la transparencia y el de seguir las indicaciones de Hacienda. Las compras son complejas, hay unas que se tienen que hacer a un único proveedor porque tienen la patente, que no tienen el registro sanitario de Cofepris y hay compras con distribución exclusiva. Necesitamos atender al proveedor, a la sustancia y no tanto a la distribución. Vamos a tratar de abrir las compras a licitaciones internacionales. Ya firmó la SSa el convenio con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para entrar a comprar a fondo rotatorio de medicinas, es decir, vamos al gran mercado de medicinas para cualquier emergencia tomar el fondo. Entre más transparente, más internacional, más concurso y más competidores, cuidando la calidad del producto.
–El Presidente dijo que en tres años habrá en México un sistema de salud como el de Canadá, ¿esta aseveración es correcta o fuera de la realidad?
–Es correcta, debemos aspirar a eso. Tenemos hospitales del IMSS como los de Canadá, no todos, pero terapia intensiva en Magdalena de las Salinas o en Lomas Verdes, no le pide nada a las del Hospital ABC que es de Inglaterra y Estados Unidos. Cardiología en el Centro Médico, ahí donde hay un problema de un hospital en ruinas, cardiología ejemplar. Si hay zonas buenas en el IMSS, ¿por qué no todo puede ser bueno? Lo único que digo es que se necesita dinero, por eso insistir en el cobro de las cuotas obrero-patronales. Para hacer eso se necesita que el IMSS cobre lo justo porque no se puede hacer sin dinero, Canadá cobra y nosotros, sin aumentar impuestos, cobraremos lo justo y se puede tener un IMSS eficiente, cobrando lo que se debe. Sin privilegios, sin excepciones, sin hacerse de la vista gorda en el cobro de las cuotas obrero-patronales.
–Para precisar, ¿más o menos en qué año se empieza a dar este boom con el problema de las cuotas?
–Eso se vino dejando a lo largo del tiempo. Hubo excepciones y privilegios. Se ven las empresas que no pagan y que no se les llamó la atención, no se les invitó aunque hay un procedimiento de cobro. El IMSS es muy bueno para determinar, incluso tenemos más datos que el SAT y sabemos exactamente el número de trabajadores de las empresas y conocemos los registros patronales, un esquema de vigilancia mayor y fortaleceremos nuestra comunicación con el SAT y con el Infonavit para fortalecer nuestra recaudación. El problema es cuando se empiezan a hacer excepciones y en ese sentido se acabaron los privilegios en el IMSS, no veo yo quién es el que contribuye, veo cuántos son y cuánto pagan y si está subestimando se le manda una carta invitación y se sigue en todo un proceso de revisión. Tenemos más de 7 mil revisiones en curso iniciadas por nosotros.
¿Se tiene pensado hacer pública esa lista?
–La ley me lo impide pero estoy dispuesto a hacerlas penales. Me preocupa el outsourcing, el insourcing, la simulación fiscal. Y si hay fraude no solo será con el Infonavit o el SAT, sino que será a la Unidad de Medidas Penales de Inteligencia Financiera que está en la Fiscalía. Si veo defraudación o indicios, no sñolo no lo daré a conocer: lo mandaré a la Fiscalía General de la República, a eso viene un abogado al IMSS.
–Hay empresas de renombre.
–No veo empresas. Hay empresas de todas, muchas se están autocorrigiendo con el llamado del IMSS. Hay 7 mil actos de revisión.
Sin Embargo