María de Jesús Rivera Estrada es una mujer aguerrida que hace dos meses se jubiló de la corporación municipal de Seguridad Pública de San Luis Potosí, sin embargo, su paso por la academia e incorporación como policía es histórica, pues se convirtió en la primera mujer en formar parte de la Policía Vial Municipal de la capital potosina.
Chuyita, como prefiere que le digan, trabajó durante 33 años ininterrumpidos en la Dirección General de Seguridad Pública Municipal (DGSPM), convirtiéndose en la primera mujer policía vial que patrullaba la ciudad de San Luis Potosí en motocicleta, vehículo que a principios de los 90 era asignado únicamente a los hombres.
Ser la primera mujer policía vial representó un reto y largo camino en el que tuvo que demostrar que, como mujer, también podía desempeñar los trabajos y largas jornadas que sus compañeros hombres hacían todos los días, con el objetivo de cumplir el sueño que desde niña tuvo.
“Dije es para puros hombres, pero nosotras tenemos mucho ímpetu para nosotras hacer lo que queremos y yo decidí ingresar en esta corporación”, comentó.
Así pudo montar una moto. Sus primeros pasos como policía de tránsito, los hizo en la Secretaría de Seguridad del estado en los años 70, para principios del 89, tras su esfuerzo, logró ingresar a la DGSPM; no obstante, fue hasta el mandato del entonces presidente municipal Luis García Julián, que a principios de los noventas pudo montar una motocicleta de la corporación.
“Se me dio una oportunidad de sobresalir, de prepararme como persona, de hacer una carrera profesional (…) no fue fácil, fue difícil convencer al ´sexo fuerte´ que también podemos hacer su trabajo y a lo mejor con más eficiencia”, agregó.
Esto se debió a que antes del voto de confianza que tuvo del expresidente García Julián, le comentaron que “no había oportunidad de que una mujer” formara parte de la Policía Vial motorizada.
Sin embargo, su insistencia fue tanta, que cuando se enteró que llegarían nuevas motocicletas, acudió a los cursos y luego a sacar su licencia, fue de esa manera que acreditó tener la capacidad de poder manejar una moto.
“Y ya fue ahí cuando fui la primera mujer motociclista de San Luis Potosí”, dijo con orgullo y brillo en sus ojos.
La parte más complicada de su paso por la Policía Vial fue tener que estar demostrando ser capaz, trabajar más que sus compañeros para sobresalir y ser tratada con respeto.
“A veces el machismo y la misoginia no te deja que llegues a donde tú quieras llegar, pero yo fui muy intensa en demostrar que las mujeres podemos eso y más”, destacó.
Además, porque durante 20 años en los que ella se desempeñó como policía de tránsito motorizada no hubo alguna otra mujer que quisiera patrullar en moto, pues dijo que, aunque dos compañeras se inscribieron, después de un tiempo se dieron de baja, al considerar que el ambiente era pesado.
Ahora, a sus más de 50 años, Chuyita dice que para ella y su familia su valentía son un referente de la lucha de las mujeres para ocupar espacios que históricamente les eran negados y que a la par, se convirtió en un ejemplo de que los sueños se cumplen con trabajo e insistencia.
“Para todas las mujeres que hagan lo que quieran hacer y que se desenvuelvan en el ámbito que ellas desean, ya sea en el gobierno, policía, amas de casa, empresarias, la comunicación, las invito a que sean muy seguras de lo que ellas desean, que no se den por vencidas, aunque les pongan miles de obstáculos en el camino”, concluyó.
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