SE QUIEREN Y NO SON NOVIOS

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El Radar

Por Jesús Aguilar – @jesusaguilarslp

La visita de AMLO a San Luis Potosí este fin de semana tiene una potencia político electoral inédita, ni en su presencia a propósito de la inauguración de la BMW ni en otros eventos al interior del estado, el Presidente se había visto relajado, “domingüeando”, placeándose cómodamente; lo suyo esencialmente es el tiempo electoral, es un animal político de pura cepa y vino a apretar los botones correctos para promover una “tregua” sin discusión entre los crispados ánimos de los Morenistas y Verdes, (a pesar de que subsistieron varios conatos de piquete de ojos en las periferias del acto de ayer).

López Obrador calificó a Gallardo como un “buen gobernador” y completó su voto de confianza al mandatario verde montándolo a la narrativa con la que ha basado su “evangelio cuatroteísta”, lo hizo enemigo de los fifís, le dio un halo de benefactor natural y de representante real del pueblo con el que mantiene una simbiosis única, en donde a pesar de los crasos errores como su manejo de la seguridad pública, la gestión de la pandemia de Covid 19 y ahora el mega ridículo de la “mega-farmacia” continúa siendo considerado como máxima autoridad, casi divina.

La voz y aprobación de AMLO, su ascendencia real entre su rabiosa feligresía le dio a Gallardo y sus huestes derecho de paso a un cuatrimestre (el que empieza hoy y que irá hasta el 29 de mayo en el cierre de campañas) donde entre disputas y efectos colaterales era necesario conseguir un pasaporte plenipotenciario para cruzar. Hoy lo tiene y más allá de los discursos y convencionalismos, algo pasó entre el Presidente y el Gobernador porque se apreció una química diferente y una complicidad fresca.

Se entiende finalmente porqué los Verdes lograron otra vez un triunfo en la mesa en la repartición de los espacios y posiciones de decisión en la reciente registrada coalición parcial.

Los dichos, públicos y privados de los más notables o estridentes defensores de la 4T en los últimos años Gabino Morales y Leonel Serrato siempre coincidían en citar, enaltecer, y resaltar a la figura del Presidente López Obrador. Gabino ha sido un efectivo brigadista en crecimiento y en su calidad de Súper Delegado durante los últimos años evidentemente ha tenido a dos o tres contactos al Presidente, Leonel sigue presumiendo una viejísima fotografía de sus juventudes con la que incluso hizo campaña dos veces, antes de que la ley y sus efectos lo tuvieran como ahora, señalado como inelegible por su sentencia confirmada de violencia política de género.

En el acto de ayer, ni las luces de Gabino, ni de Leonel. Al segundo se le acaban las fichas y le acorralan las fechas cuando además de su situación jurídica personal, podemos confirmar que en la “coalición parcial” signada por MORENA-VERDE-PT tendrá en la capital siglado VERDE con todo lo que eso implica. Para Gabino, su camino sigue siendo tan incierto como su incomprensible cerrazón a entender que su caso es como el del maestro Ciruela, que no sabe leer y pone escuela…

Como conclusión queda claro quien está cerca por cualquier razón o conveniencia y quien no.

Como colofón debemos revisar que el INE multó a Movimiento Ciudadano en San Luis por faltas y omisiones en especto al informe de ingresos y gastos correspondientes al ejercicio ordinario 2022, en San Luis Potosí. Lo impugnaron pero ya el Tribunal ya lo ratificó… ¿Será que el “botín” político que se quiso llevar Govea (que era el responsable del partido en ése entonces) le implique alguna responsabilidad financiera y penal?

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