El Radar
Por Jesús Aguilar
En las próximas horas, el Congreso federal debatirá una de las reformas más polémicas del inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum: la ley antinepotismo. De ser aprobada y entrar en vigor de inmediato, la iniciativa pondría freno a las aspiraciones de familiares directos de gobernantes en funciones para contender por cargos públicos en donde hay notables de la 4T, los Salgado en Guerrero y los Monreal en Zacatecas, estados gobernados bajo el signo de MORENA. Pero este movimiento, que promete ser un golpe directo a las redes de poder tradicionales en México, podría alterar de manera también de forma significativa el escenario político en San Luis Potosí.
Las especulaciones ya se ciernen sobre el futuro político del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, quien ha insinuado abiertamente que su esposa, Ruth González Silva, sería su candidata para dar continuidad a su proyecto político. Sin embargo, versiones recientes sugieren que habría un acuerdo con la bancada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) para postergar la entrada en vigor de la nueva legislación hasta 2030, lo que permitiría mantener intactas las aspiraciones de González Silva.
Un ajedrez político en movimiento
Gallardo no ha ocultado su interés en mantener su influencia más allá de su mandato. La figura de Ruth González ha crecido en el ámbito público, consolidándose como una opción viable bajo el cobijo del proyecto gallardista. Sin embargo, el posible adelantamiento de la entrada en vigor de la ley antinepotismo podría truncar esta estrategia.
El propio gobernador, en declaraciones recientes, aseguró que su partido y movimiento cuentan con al menos cinco perfiles competitivos en caso de que la ley impida la candidatura de su esposa. No obstante, detrás de esa afirmación se percibe una creciente tensión. La posibilidad de que Sheinbaum logre aplicar la ley de inmediato representa un desafío directo a la estructura de poder tejida por Gallardo, quien ha basado su gobierno en una red de lealtades construida desde su paso por la alcaldía de Soledad de Graciano Sánchez.
¿Quiénes son los posibles relevos?
En el escenario donde la ley se aplique sin demora, emergen varios nombres que podrían tomar la estafeta del gallardismo. Se habla de figuras cercanas al actual mandatario, como líderes municipales clave o funcionarios estatales con fuerte presencia en la estructura del PVEM y el Partido del Trabajo (PT). Para muchos otros solo hay 3 opciones reales, Guadalupe Torres, Secretario de Gobierno, Juan Manuel Navarro, Alcalde de Soledad y el diputado federal Juan Carlos Valladares. Por más que se mantenga la “opción” de Ricardo Gallardo Juárez, esta es una opción que se ha descartado definitivamente en la tenebra sucesoria.
Sin embargo, esta situación también podría abrir la puerta a nuevas alianzas políticas. La presión desde Morena, el partido de la presidenta Sheinbaum, podría forzar una negociación que permita mayor injerencia en la sucesión potosina, alterando los equilibrios actuales y forzando a Gallardo a ceder terreno. Rosa Icela Rodríguez, la actual Secretaria de Gobernación al parecer no ha volteado a San Luis con mucha atención, pero no puede desartarse tenga una salida “digna” del gabinete de Claudia a través del uso de esta posición en el tablero potosino.
Los riesgos de confrontar a la presidenta
Para el Partido Verde, negociar en contra de la iniciativa de Sheinbaum podría convertirse en una jugada arriesgada. La presidenta ha presentado esta reforma como su bandera política y un símbolo de su compromiso con la transparencia y la lucha contra el nepotismo. Oponerse a la aplicación inmediata de la ley podría generar tensiones con el gobierno federal, debilitando las relaciones institucionales y afectando potenciales acuerdos futuros
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Una confrontación directa con la mandataria también podría traducirse en repercusiones políticas, como una disminución del respaldo federal en proyectos clave para San Luis Potosí o una mayor presión política desde Morena. Para el PVEM, alinearse contra la única reforma personal de la presidenta podría tener costos elevados, afectando no solo su influencia en el escenario nacional, sino también su capacidad de mantener alianzas estratégicas a nivel estatal.
El gobierno estatal está sufriendo por temas financieros y parece imposible que mantengan el ritmo de generación de obras y acciones que ha impuesto Gallardo, la contención del efecto de esta postura es una bomba de tiempo que avanza inexorablemente.
También la guerra sucia que por el incomprensible adelantamiento de las condiciones político-electorales ya se vive en las redes potosinas, es un síntoma de terrible descomposición de la escena. Ni Gallardo con todo su poder puede mantener en hilos 2 años de desgaste, mucho menos en el escenario en el que su esposa sea la ungida final de la candidatura del 27.
El impacto en el panorama electoral
Más allá del juego político interno, la posible aplicación inmediata de la ley antinepotismo podría representar un punto de inflexión en la dinámica electoral de San Luis Potosí. La figura de Ruth González no solo representa la continuidad del proyecto de Gallardo, sino también la consolidación de un modelo de poder que ha sido criticado por su tendencia al control centralizado y el uso de recursos públicos con fines electorales.
Si la ley se aplica de inmediato, la contienda por la gubernatura podría volverse más competitiva y abierta, permitiendo la aparición de nuevos actores políticos y obligando al gallardismo a replantear su estrategia.
¿Se imaginan un escenario real en el que Galindo por ejemplo termine siendo el candidato de MORENA?
El destino de la sucesión gubernamental en San Luis Potosí se encuentra en un momento decisivo. La votación en el Congreso federal no solo determinará el futuro inmediato de Ruth González, sino que también pondrá a prueba la solidez del proyecto político de Ricardo Gallardo, su verdadero capital político en la balanza de poder con la federación y el tono en el que viviremos la pugna desde el estado.
De aprobarse la ley con efecto inmediato, el gobernador deberá demostrar si su movimiento es realmente capaz de sostenerse más allá de su figura y su círculo íntimo.
Además, el Partido Verde enfrenta el riesgo de aislarse políticamente si desafía la iniciativa más emblemática de Claudia Sheinbaum. En este escenario incierto, la política potosina se juega mucho más que una candidatura: se juega la posibilidad de consolidar o fracturar un proyecto que ha redefinido el equilibrio de poder en el estado en los últimos años.
Los que deberían poner sus barbas a remojar al margen de todo, son los y las que han tomado responsabilidades clave en el gabinete, especialmente los foráneos, piezas metidas con calzador que podrían estar en un torbellino presente y una tormenta al futuro porque no entienden que a pesar de su “generoso” servicio, no entienden que no entienden…
