El caso Rich, ocurrido hace seis meses y marcado por un trágico accidente en el que dos jóvenes perdieron la vida y más de una decena resultaron heridos, sigue sin resolverse. Las autoridades no han cerrado las investigaciones ni han logrado avanzar de manera significativa en el juicio, dejando a las víctimas y sus familias en un estado de incertidumbre y desamparo.
Una de las principales quejas recae sobre el titular de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV), Miguel Ángel García Amaro. Los padres de los afectados aseguran que han sido abandonados por el funcionario, quien, según ellos, no ha brindado el apoyo necesario para enfrentar las consecuencias económicas y emocionales del accidente.
En el ámbito judicial, el proceso contra Ulises, Nancy y Francisco, señalados como responsables por haber abandonado el lugar del accidente la noche del 7 de junio, se encuentra detenido. Este estancamiento ha aumentado la frustración de las familias, quienes no solo enfrentan la pérdida de sus seres queridos, sino también el endeudamiento que la tragedia ha generado.
El panorama actual del caso deja en evidencia la falta de celeridad y compromiso por parte de las autoridades, mientras los afectados exigen justicia y atención integral para poder seguir adelante.
