Mientras Rosalba, de 11 años; César, de 8; Irma; de 6; Víctor, de 4; Gabriel, de 1, y un bebé de seis meses dormían en su casa ubicada en una comunidad perteneciente a Coicoyán de las Flores, en Oaxaca, murieron calcinados la mañana del pasado 28 de marzo.
Eran las 06:00 horas cuando se registró un incendio en una pequeña casa de madera en Santiago Tilapa, en donde se encontraban durmiendo los niños. De acuerdo con una de las versiones de los hechos, la madre de los niños habría dejado prendido su fogón o brasero al salir de su domicilio, para dirigirse al molino a llevar su maíz para tener lista la masa para sus tortillas, como explican en Excélsior.
Sin embargo, otra de las versiones indica que la estufa pudo haber explotado y por esa razón los niños no habrían podido huir a tiempo del fuego y habrían muerto casi de manera instantánea.
Aunque las investigaciones indicarían que la causa del incendio habría sido accidental, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca informó que abrió una carpeta de investigación “por el delito de homicidio culposo y daños por incendio”.
“Las primeras diligencias revelan que la causa del incendio fue accidental”, señalan, “sin embargo, es deber de la FGEO realizar las indagatorias necesarias para esclarecer con prontitud este hecho”.
Coicoyán de las Flores es uno de los municipios más pobres del país, ubicado en la región mixteca de Oaxaca, una de las civilizaciones más importantes de Mesoamérica.
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